El documento describe los significados de los colores litúrgicos utilizados en la iglesia: morado para luto y penitencia durante Adviento, Cuaresma y Semana Santa; blanco para alegría y pureza en Navidad y Pascua; rojo para el Espíritu Santo y martirio en fiestas de santos mártires y Pentecostés; y verde para esperanza durante el tiempo ordinario.