Un grupo de científicos y exploradores realizaron una expedición al lago de lava del volcán Nyiragongo en el Congo para estudiarlo de cerca. Llegaron a las orillas del lago, el más grande del mundo, y tomaron muestras y medidas para comprender mejor la actividad volcánica y predecir futuras erupciones. A pesar de los riesgos de los gases y cambios en el lago, la expedición logró acercarse a solo un metro de la lava hirviendo, una hazaña sin precedentes.