Este documento discute cómo los desastres naturales en realidad no son naturales debido a la falta de recursos económicos y presencia gubernamental en áreas afectadas por desastres. También señala que las despensas donadas por el gobierno a veces son acaparadas y vendidas por particulares, lo que deja a los más necesitados sin ayuda. Finalmente, enfatiza la necesidad de que los ciudadanos y el gobierno trabajen juntos para prevenir y responder mejor a los desastres.