El documento discute cómo la resolución 970 de 2010 afecta la soberanía y seguridad alimentaria de las poblaciones campesinas en Colombia. Obliga a los campesinos a dejar sus prácticas ancestrales de reutilizar semillas nativas y en su lugar usar semillas modificadas y químicos. Esto genera dependencia del mercado, contamina el suelo y eleva los costos para los campesinos, empeorando la inseguridad alimentaria.