Este documento resume la crisis humanitaria de los migrantes cubanos varados en Panamá. Más de 100 cubanos marcharon 2 km bajo el calor para exigir continuar su viaje a Estados Unidos, reabriendo el debate sobre este tema. Aunque Panamá aceptó a los migrantes en tránsito, no quedó claro el mecanismo para que llegaran a su destino. Los migrantes permanecen en albergues improvisados a la espera de una solución, mientras Costa Rica y Nicaragua niegan su paso. Se necesita un diálogo entre los países

1. LA CRISIS DE LOS MIGRANTES CUBANOS EN PANAMÁ
Por: José de la Rosa Castillo para La Estrella de Panamá.
Un nuevo incidente provocado la semana pasada, por un centenar de cubanos
quienes recorrieron el trayecto de casi dos kilómetros bajo un calor sofocante
entre el refugio de San Isidro, en Panamá, y el lado costarricense de la frontera
para reclamar el derecho de continuar su ruta, ha reabierto el debate sobre el
tema de los migrantes cubanos.
Si bien el gobierno nacional ha reiterado su preocupación por la actual crisis y
anda en búsqueda de una solución sostenible y conjunta con los países de la
región, no se augura una solución que involucre estos países los cuales ya
enfrentaron la ola migratoria, y que resolvieron con el puente aéreo acordado a
finales del año pasado, que permitió que los 8 mil cubanos varados en Costa Rica
siguieran rutaa los Estados Unidos entrando por pasos fronterizos desde México.
Los tres países que hicieron posible el puente aéreo (México, El Salvador y
Guatemala) no están dispuestos en esta ocasión a reactivar ese mecanismo de
salida.
No comprendemos hasta hoy, cuál fue el compromiso de la Cancillería panameña
al mantener en calidad de “migrantes en tránsito” el grupo de cubanos y luego
quedar fuera del mecanismo y con un problema de la magnitud humanitaria que
cobraba el sostenimiento de este grupo en territorio panameño.
Si bien es cierto que Panamá, desde el momento que aceptó el ingreso de este
grupo de migrantes en tránsito al territorio nacional, aceptó la responsabilidad
de respetar la dignidad y los Derechos Humanos de estos individuos, pero debió
dejar claro el mecanismo en torno a la ruta que les permitiría llegar a Estados
Unidos, la “tierra de sus sueños”.
Hoy lo que tiene en manos es un problema, ya visto como un tema humanitario,
y debe seguir garantizando los Derechos Humanos de los migrantes que se
encuentran en tránsito en nuestro país.
Los isleños permanecen en albergues improvisados en bodegas y edificios viejos
a la espera de una solución para continuar su camino ante la negativa de Costa
Rica de permitirles el paso, dado que Nicaragua también le niega ingreso a su
territorio. Además, están irritados por la falta de agua y electricidad en sus
refugios, que no es una situación solo de los albergues, sino de miles de
panameños que no cuentan con servicios básicos por la incompetencia de los
actuales mandatarios.
El gobierno de Cuba ha dejado claro que los inmigrantes "son víctimas de la
politización del tema migratorio por parte del gobierno de los Estados Unidos, de

2. la Ley de Ajuste Cubano". Que ese tráfico de personas, que implica la violación
de las leyesde terceros países, no es responsabilidad directa del gobierno cubano,
sino de las mafias que lucran con el negocio de la entrada a los Estados Unidos.
La solución, necesariamente, tiene que ser el resultado de un diálogo serio,
respetuoso y profundo entre todas las naciones implicadas.
17 de abril de 2016.