2. Pero con los años su olfato comenzó fallar y ya no corría con la misma velocidad que antes
. Un buen dueño lo había retirado del trabajo permitiendo que se quedara en casa al abrigo
de la lumbre. ¿Qué menos después de tantos años de fieldad? Pero el cazador decidió
abandonarlo en lo más intricado del bosque de modo que el leal no supiera regresar al que
había sido su hogar
Leal el perro de caza
como su nombre lo
indica fue fiel a su
dueño su olfato fino
permitía descubrir las
perdices y conejos
luego saltaba ágilmente
para cobrar las piezas y
depositaba con sumo
cuidado cuidado a los
pies de su amo
3. Cuando más desesperado estaba , Leal oyó un trotecillo y al
alzar la cabeza se encontró con un burro.
Él burro le conto su historia. Se había pasado la vida
trabajando en un molino, pero ahora le costaba más ¿Quién eres tu?
esfuerzo cargar lo sacos de harina. Su dueño en lugar Le preguntó
de comprenderlo, le pegaba con saña. Un día no pudo
más , así que decidió marcharse de allí .
Como tocaba bastante bien la flauta, quería ir a Bremen
para intentar pasar a formar parte de la orquesta
municipal.
¿ Por qué no vienes conmigo? – propuso el burro
4. El perro aceptó encantado. Además, a él no se le daba nada mal
tocar el tambor, así que también podría entrar a formar parte
de la orquesta .
- Me llamo Curro- les explicó el gato- yo creía
que mi dueña me amaba tanto como yo a ella.
Pero resulta que mi vista ya no es tan aguda
como antes y, en cuanto he dejado de cazar
ratones, ni ama se ha buscado un gato joven y a
mí me ha echado de la casa. Y de ese modo, el
gato Curro se unió a la comitiva.
5. Al pesar cerca de una granja apareció un gallo de coral muy alterado. Nuestros amigos
quisieron saber qué le había asustado tanto.
- S e me ocurre que podrías ser
un gran cantante en la Orquesta
Municipal de Bremen- dijo el -Yo soy un gallo cumplidor- explicó el ave-.
burro- vente con nosotros. -Todas las mañanas despierto a los habitantes de
mi granja con mi canto. Yo creía que estaban
contentos conmigo, pero hoy mis dueños han
decidido cocinarme en pepitoria.
6. Al caer la noche, encontraron una cabaña. El gato se encaramó a una ventana y
divisó en el interior a unos cuantos hombres. Aunque hablaban entre cuchicheos.
Curro comprendió enseguida que eran ladrones.
El gato les comentó a sus amigos lo que había visto y entre los cuatro urdieron un
plan
El pero se subió en el burro, el gato en el perro y el gallo en
el gato, de modo que formaron una pirámide realmente
extraña. Luego comenzaron a lanzar terribles alaridos.
7. En la penumbra, los ladrones sólo alcanzaron a ver
una especie de figura fantasmagórica. Muerto de
miedo, salieron fuera para intentar averiguar de qué
se trataba. Pero nuestro amigos les estaban
esperando en la puerta.
Los ladrones recibieron tal número de mordiscos,
arañazos, picotazos y coces que salieron, jurándose
así mismo no volver a acercarse a la casa en toda su
vida
8. Los cuatro quedaron, pues, dueños de la
casa. Durmieron tranquilos el resto de la
noche y a la mañana siguiente tomaron un
copioso desayuno, pues en la despensa de
la casa había comida en abundancia.
-¿ Qué?-dijo el burro con la panza llena-
¿Nos vamos hacia Bremen?
-Si respondieron a una el perro y el gallo-
.Sería una lástima desperdiciar todo la
comida que aún queda en la casa.
9. Así pues, decidieron retrasar el viaje. Y lo mismo ocurrió al día siguiente, y al otro. Cuando
se acabaron los alimentos de la despensa, se dieron cuenta de que no era nada difícil
conseguir comida en el cercano bosque. Además, se estaba tan bien en aquella casa….
En suma, nuestro amigos nunca llegaron a Bremen ni formaron parte de su Orquesta
Municipal. Pero fueron muy felices y cada mañana se entretenían en tocar sus
instrumentos y cantar para ellos mismos.