Catalina visita a su hermana Lucrecia temprano y le da sus pastillas, haciendo que se duerma. Cuando Lucrecia despierta, descubre que Catalina robó su fortuna y vació su armario. Lucrecia aborda el mismo carruaje que Catalina para vengarse, pero se da cuenta que en realidad está muerta y solo es un fantasma. Para vengarse, Lucrecia hace que Catalina sea expulsada del carruaje, dejándola sola.