Este documento describe la labor del maestro como un acto de fe, amor y sueños. Ser maestro implica tener fe en la posibilidad de cambiar el mundo a través de la educación, en el individuo y en la riqueza intelectual. También requiere amor, pues los maestros se entregan a sus estudiantes sin esperar nada a cambio. Los maestros son soñadores que creen en el espíritu humano y en pasar la antorcha del conocimiento a las nuevas generaciones.