Este manifiesto de paz pide el fin de la guerra y la fabricación de armas, y en su lugar promueve el diálogo, la solidaridad y la resolución pacífica de conflictos. Los jóvenes firmantes desean que las diferencias religiosas y políticas se manejen de forma personal y a través de elecciones democráticas, no por medio de la violencia. Su visión es de un mundo donde prevalezca la esperanza sobre la crueldad de la guerra.