El mantenimiento de software y hardware implica revisar y optimizar programas y equipos para corregir errores, mejorar el rendimiento y asegurar el buen funcionamiento. Se recomienda realizar mantenimientos cuando los equipos operan lentamente, se instalan programas no deseados o se reinician sin permiso. Esto incluye tareas como borrar el cache de Internet, desinstalar aplicaciones no usadas y hacer copias de seguridad periódicas.