El documento describe cómo Venezuela se convirtió en una economía rentista dependiente del petróleo, lo que reemplazó la agricultura y causó que otros sectores fueran descuidados. El Estado comenzó a regular la industria petrolera y usar los ingresos para infraestructura e importaciones, pero la economía se volvió vulnerable a las fluctuaciones del precio del petróleo. En los años 70, el Estado asumió el control total de la industria petrolera nacionalizada.