Menelao era el rey de Esparta y su esposa era la hermosa Helena, cuyo rapto por Paris motivó la guerra de Troya. Durante la batalla, Menelao se enfrentó a Paris en un duelo para resolver el conflicto, pero Afrodita intervino y transportó a Paris a salvo. Tras la guerra, Menelao se reconcilió con Helena y regresó a Esparta, donde vivieron felices el resto de sus días a pesar de la vergüenza inicial de Helena.