Madre Mazzarello expresa en sus cartas a Don Cagliero su deseo y el deseo de las hermanas de ir a las misiones en América. Menciona a varias hermanas que quieren ser misioneras y destaca la necesidad de prepararse estudiando el idioma español. Aunque reconoce que no son útiles, cree que con la ayuda de Dios podrán hacer algo de provecho salvando almas en las misiones. Insta a Don Cagliero a llamarlas pronto para la misión.