El documento utiliza la metáfora de las golondrinas que se estrellan contra las ventanas al emigrar para describir el papel de los profesores de ayudar a los estudiantes desorientados. Los profesores deben esforzarse por "sacar del coma escolar a una sarta de golondrinas estrelladas" y tratar de guiarlos hacia el camino correcto, aunque a veces fracasen. Su deber es reanimar a los estudiantes aturdidos sin importar sus sentimientos personales hacia ellos.
P.D. Estos Sonetos Amuletos, que acabas de leer, fueron escritos, editados y publicados en el Séptimo Cielo. A los 10 días del mes de Septiembre de 1017. Al calor de los inviernos, para que te acompañen, muy cerca de la primavera. No quiero ser cursi ni sentimental, pero espero que estos versos siempre te acompañen, que vayan contigo, que los lleves a tu lado. Te den consuelo, te florezcan en el alma, te den cobijo y abrigo. Que te bañen, que te sueñen, que se adueñen de tu mente. Ojalá les guste, todos ellos quieren ser como la buena gente. Que se diviertan y los disfruten. Abrazos y besos, gracias, saludos.
P.D. Estos Sonetos Amuletos, que acabas de leer, fueron escritos, editados y publicados en el Séptimo Cielo. A los 10 días del mes de Septiembre de 1017. Al calor de los inviernos, para que te acompañen, muy cerca de la primavera. No quiero ser cursi ni sentimental, pero espero que estos versos siempre te acompañen, que vayan contigo, que los lleves a tu lado. Te den consuelo, te florezcan en el alma, te den cobijo y abrigo. Que te bañen, que te sueñen, que se adueñen de tu mente. Ojalá les guste, todos ellos quieren ser como la buena gente. Que se diviertan y los disfruten. Abrazos y besos, gracias, saludos.
Se denomina poema a la composición literaria escrita en verso, que pertenece al género de la poesía y cuya estructura métrica se encarga de la formación rítmica.
LLANTODEMUDO 02 – NUEVA ÉPOCA
POESÍA-NARRATIVA-HISTORIETA
Vamos con el número 2!
Con laburos de: Yamila Greco, Ricardo Roche, Amanda Oxidada, Gustavo Borga
Ramiro Sanchíz, Cezary Novek, Fernando Calvi, Diego Parés, Federico Reggiani y Lauri Fernández.
80 páginas de locura!!!
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
1. SerDocente sin ser solo Docente
U
Metáfora de las golondrinas
n piar innumerable, intenso y, a la vez, de lo más tenue. ¡Ah, sí, la
partida de las golondrinas! Cada año, hacia la misma fecha, se dan
cita en el tendido eléctrico. Campos y bordes de carretera se cubren
de partituras, como en un cromo barato. Se disponen a emigrar. Es el
estruendo del encuentro. Las que todavía revolotean por el cielo piden
autorización para alinearse con las que se han posado ya sobre su hilo, muy
estremecidas por el deseo de horizontes… enseguida vuelan a toda
velocidad… y cada año el mismo drama: engañadas por la transparencia de
las ventanas un buen número de golondrinas van a estrellarse contra el
tragaluz… nunca falta, tres o cuatro de aquellos idiotas se la pegan siempre
contra los postigos. Es nuestra porción de zoquetes. Nuestras nulidades. No
están en la línea, no siguen el camino recto, retozan al margen. Resultado:
postigo. ¡Ploc! Caída en la alfombra.
Entonces uno las toma, levanta a la golondrina atontada en
la palma de su mano, aguarda a que se despierte, y la manda
a reunirse con sus compañeras. La resucitada emprende su
vuelo, un poco sonada aún, zigzagueando por el espacio
recuperado, luego se dirige directamente hacia el sur y
desaparece camino de su porvenir…
A eso se parece el amor en enseñanza, cuando nuestros
alumnos vuelan como pájaros enloquecidos… a eso deben
consagrar su existencia los profesores, a sacar del coma escolar a una sarta
de golondrinas estrelladas. No lo consiguen siempre, a veces se fracasa al
trazar un camino, algunos no despiertan, se quedan en la alfombra o se
rompen la cabeza contra el siguiente cristal; estos permanecen en nuestra
conciencia como esos agujeros de remordimiento, donde descansan las
golondrinas muertas al fondo de nuestro jardín; pero lo probamos siempre, al
menos lo habremos probado. Son nuestros alumnos. Las cuestiones de
simpatía o antipatía hacia uno u otro (¡cuestiones del todo reales sin
embargo!) no se toman en cuenta. Habría que ser muy listo para decir cuál
era el grado de nuestros sentimientos hacia ellos. No se trata de ese amor.
Una golondrina aturdida es una golondrina que hay que reanimar; y punto es
final.
Tomado de: Mal de Escuela. Pennac (2010)
¿Qué haces cuando los estudiantes vuelan como pájaros enloquecidos, los
ayudas a encontrar la ruta o los alejas de ti y de ella?
¿Reanimas a los que se estrellan, a los que van por la vida desorientados o
los abandonas a susuerte?
Carolina Arenas, (2016)
Arenas2016