Guia para el alumno de interpretación y arte dramático
1. GUÍA
PARA
EL
ALUMNO
DE
INTERPRETACIÓN
Y
ARTE
DRAMÁTICO
Estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático:
un
nicho
en
movimiento
Solicita
a
dos
estudiantes
de
Interpretación
y
Arte
dramático
(PS
-‐
Performance
Studies)
que
describan
su
campo
–y
obtendrás
tres
respuestas
diferentes.
Algunos
interrogados
convertirán
la
pregunta
en
otra
muy
distinta.
O
proporcionarán
una
respuesta
tan
evasiva
como
un
Zen-‐koan1.
No
importa
la
forma,
estos
intentos
de
describir
el
emergente
campo
de
Estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático
son
provocativos,
coloridos
y
llenos
de
inagotable
energía.
Como
el
mismo
campo,
ellos
se
resisten
a
la
formulación
sencilla.
Sobre
los
estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático,
pienso
en
ellos…como
un
escondite,
un
programa
después
de
terminar
el
colegio
para
chicas
y
chicos
rebeldes,
una
casa
segura
para
aquellos
que
no
pueden
seguir
las
reglas.
Los
estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático
no
son
de
talla
estándar
adecuado
a
todos,
pero
todas
las
tallas
intentan
encajar
en
este.
Eso
es,
si
puedes
manejar
conflictos,
enfrentar
la
ambigüedad,
navegar
lo
incomprensible,
disfrutar
de
la
rivalidad.
Para
artistas
y
académicos
puede
ser
un
lugar
en
el
que
te
veas
reflejado,
desafiado,
codificado,
colapsado,
sobre
horneado
y
servido…¿No
es
ese
el
punto?
Preguntar
¿Es
divertido?
¿Está
de
moda?
¿Es
comida?
¿O
es
solo
más
educación?
—Lois
Weaver,
School
of
English
and
Drama
at
Queen
Mary
Algunos
encuestados
incluso
emplearán
metáforas
con
animales
para
tratar
de
aclarar
la
situación.
Los
estudios
de
Interpretación
y
Arte
dramático
¿son
un
‘campo’,
un
‘área’,
una
‘disciplina’?
La
serpiente
crótalo
cornudo
se
mueve
a
través
del
desierto
contrayéndose
y
extendiéndose
en
un
movimiento
de
costado.
Donde
sea
que
esta
hermosa
serpiente
cascabel
apunte,
no
significa
que
irá
allí.
Tal
oblicuidad
es
característica
de
los
estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático.
Este
campo
/área
/disciplina
frecuentemente
juega
a
algo
que
no
es
,
engañando
a
aquellos
que
quieren
arreglarlo,
alarmando
a
algunos,
divirtiendo
a
otros,
sorprendiendo
a
unos
cuantos
como
su
camino
con
movimiento
lateral
que
cruza
por
los
desiertos
de
la
academia.
—Richard
Schechner,
New
York
University
Tal
vez
se
enseña
a
inmovilizar
a
los
estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático
debido
a
la
naturaleza
efímera
de
su
tema:
interpretación.
Si
alguna
vez
has
interpretado
a
alguien
en
una
obra
de
teatro,
si
has
estado
en
una
competencia
de
atletismo
interestatal,
si
has
estado
en
un
tumulto
de
pascua
o
en
el
matrimonio
de
tu
hermana,
sabes
que
el
trabajo
involucrado
es
multi-‐capas,
y
–a
pesar
de
todo
lo
que
planes
el
resultado
siempre
es
impredecible.
También
sabes
que
la
interpretación
no
solo
consiste
en
mismo
‘el
gran
día’,
sino
que
está
comprendido
por
muchos
procesos
1
Meditar
en
un
Zen
Koan
tiene
el
propósito
de
ayudar
a
la
persona
a
superar
estereotipos
enseñados
diariamente
para
llegar
a
un
espacio
mental
más
ilustrado.
Koans
puede
hacerte
preguntas
o
presentar
enigmas
que
tienden
a
resistirse
‘’a
ser
resueltos’’
por
medio
de
un
pensamiento
racional.
2. a
lo
largo
del
camino-‐entrenamiento,
preocupación,
practicar
con
tu
instrumento,
construir
el
set,
enviar
invitaciones,
y
la
preferencia.
Y
luego
está
la
envoltura
de
post-‐
producción,
como
asistir
a
la
ceremonia
del
trofeo,
leer
críticas
reseñas,
ir
a
casa
para
la
cena
de
pascuas
de
tía
Sally
en
la
que
sirven
jamón,
o-‐
si
estas
lleno
de
deberes-‐
enviar
notas
de
agradecimiento.
Estudiar
una
interpretación
es,
entonces,
comprometerse
a
entender
un
evento
complejo
que
esta
en
proceso,
que
se
mueve
y
crece
a
lo
largo
del
tiempo.
Como
la
interpretación
misma
seguirá
sin
resaltar,
tratar
de
capturar
su
esencia
puede
ser
una
aventura
también.
Es
un
tipo
de
apuro
especial
proponerse
perseguir
un
objeto
de
estudio
que
es
tan
desafiante,
temporal,
y
contingente
como
la
interpretación.
Ser
un
lector
de
los
estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático
es
trabajar
sin
una
red,
es
caminar
en
carbón
caliente,
es
buscar
en
la
medianoche
en
un
callejón
oscuro
a
un
gato
negro
que
no
está
ahí…Somos
los
amantes
de
la
urna
de
Grecia
Keats,
eternamente
en
la
búsqueda…Para
la
mayoría,
los
que
nos
consideramos
gente
de
los
estudios
en
Interpretación
y
Arte
dramático
nos
gusta
de
esa
forma.
—Henry
Bial,
University
of
New
Mexico
Traducido
por
Katia
Gutiérrez
y
Fiorella
Del
Castillo
Texto
fuente.
Performance
Studies:
A
Moving
Target
Ask
any
two
Performance
Studies
(PS)
scholars
to
describe
their
field—and
you
might
get
three
different
answers.
Some
respondents
will
turn
your
question
into
another
question.
Or
they’ll
offer
an
answer
as
elusive
as
a
Zen-‐koan.
No
matter
the
form,
these
attempts
to
describe
the
emerging
field
of
Performance
Studies
are
provocative,
colorful
and
full
of
boundless
energy.
Like
the
field
itself,
they
resist
easy
formulation.
I
think
of
Performance
Studies...as
a
hide-‐out,
an
after
school
program
for
bad
boys
and
girls,
a
safe
house
for
those
who
can’t
go
by
the
rules.
Performance
Studies
is
not
one-‐size
fits
all,
but
all
sizes
try
to
fit
in.
That
is,
if
you
can
handle
conflict,
cope
with
ambiguity,
navigate
the
incomprehensible,
relish
the
rivalry.
For
both
artists
and
academics
it
can
be
a
place
to
see
yourself
reflected,
challenged,
codified,
cracked
up,
over
baked
and
served
up...Isn’t
that
the
point?
To
question.
Is
it
fun?
Is
it
fashion?
Or
is
it
food?
Or
just
further
education?
—Lois
Weaver,
School
of
English
and
Drama
at
Queen
Mary
Some
respondents
will
even
employ
animal
metaphors
to
try
to
clarify
the
situation.
Is
performance
studies
a
‘field,’
an
‘area,’
a
‘disci-‐
pline’?
The
sidewinder
snake
moves
across
the
desert
floor
by
contracting
and
extending
itself
in
a
sideways
motion.
Wherever
this
beautiful
rattlesnake
points,
it
is
not
going
there.
Such
(in)direction
is
characteristic
of
performance
studies.
This
area/field/discipline
often
plays
at
what
it
is
not,
tricking
those
who
want
to
fix
it,
alarming
some,
amusing
others,
astounding
a
few
as
it
side-‐winds
its
way
across
the
deserts
of
academia.
—Richard
Schechner,
New
York
University
3. Perhaps
it’s
tough
to
pin
PS
down
precisely
because
of
the
ephemeral
nature
of
its
subject:
performance.
If
you
have
ever
performed
in
a
school
play,
an
All-‐State
track-‐
race,
Easter
Mass
or
your
sister’s
wedding,
you
know
that
the
work
involved
is
multi-‐
layered,
and—despite
all
your
planning—
the
result
always
unpredictable.
You
also
know
that
the
performance
does
not
just
consist
of
‘The
Big
Day’
itself,
but
is
comprised
of
many
processes
along
the
way—training,
worrying,
practicing
your
instrument,
building
the
set,
sending
out
invitations,
and
the
like.
And
then
there’s
the
post-‐production
wrap-‐up,
such
as
attending
the
trophy
ceremony,
reading
critics’
reviews,
heading
home
for
Aunt
Sally’s
Easter
Ham
dinner,
or—if
you’re
duti-‐
ful!—
sending
out
thank-‐you
notes.
To
study
a
performance,
then,
is
to
set
out
to
understand
a
com-‐
plex
event
that
is
in-‐process,
that
moves
and
grows
over
time.
Since
the
performance
itself
won’t
stand
still,
trying
to
capture
its
essence
can
likewise
be
an
adventure.
It
is
a
special
kind
of
rush
to
set
out
in
pursuit
of
an
object-‐of-‐study
that
is
as
elusive,
tempo-‐
ral,
and
contingent
as
performance.
To
be
a
performance
studies
reader
is
to
work
without
a
net,
to
walk
on
hot
coals,
to
search
in
a
dark
alley
at
midnight
for
a
black
cat
that
isn’t
there...We
are
the
lovers
on
Keats’
Grecian
urn,
eternally
in
pursuit...For
the
most
part,
those
of
us
who
consider
ourselves
‘performance
studies
people’
like
it
that
way.
—Henry
Bial,
University
of
New
Mexico