2. En los jardines de la ciudad de Metrópolis, el hijo de un potentado empresario
entabla contacto visual con una misteriosa mujer. Su obsesión por aquella
desconocida lo llevará a los abismos, donde cientos de artefactos y maquinas
producen la energía necesaria para mantener en orden a la población.
Mientras tanto un científico misántropo ha terminado su proyecto más ambicioso, un
robot capaz de emular a los humanos casi a la perfección.
3. Basada en la novela de Thea Von Harbou, su esposa ese entonces, Fritz Lang dirige esta
mítica obra que explora los vaivenes y avatares de una ciudad ubicada en el futuro, cuya
fuente y motor económico se encuentra en las profundidades, bajo el caos y opulencia
del paisaje urbano, en cavernas donde han sido confinados a trabajar forzosamente, día y
noche, una incontable población de esclavos obreros.
4. Metrópolis plantea la confrontación entre clases sociales a través de una crítica
al capitalismo y a sus consecuencias alienantes.
La situación de cruel injusticia derivará irremediablemente en un intento de
revolución que tendrá consecuencias nefastas.
5. Tal y como lo plantea Lang, la revolución del proletariado no es la solución para acabar
con las injusticias, sino que llevará peligrosamente a unos y a otros a una situación
próxima a la destrucción total. Lang consigue resolver el conflicto de la forma menos
adecuada, mediante la inclusión del amor.
6. Dirección: Fritz Lang.
País: Alemania.
Año: 1927.
Duración: 153 min.
Interpretación: Alfred Abel (John Fredersen), Gustav Fröhlich (Freder), Brigitte
Helm (Maria / El Robot), Rudolf Klein-Rogge (Rotwang),
Fritz Rasp (Slim), Theodor Loos (Josaphat), Heinrich George (Grot).
Guión: Fritz Lang; basado en la novela de Thea von Harbou.
Producción: Erich Pommer.
Música: Gottfried Huppertz.
Fotografía: Karl Freund y Günther Rittau.
Dirección artística: Otto Hunte, Erich Kettelhut y Karl Vollbrecht.
Vestuario: Aenne Willkomm.
Efectos especiales: Ernst Kunstmann.
Efectos visuales: Eugen Schüfftan