La persona favorita del autor no es un héroe famoso sino su abuela de 98 años. Ella le ha enseñado mucho sobre la vida y le ha ayudado a superar obstáculos con su sabiduría y consejos. Los recuerdos que el autor tiene de pasar tiempo con su abuela recogiendo agua y aceite de argán son muy preciados y le dan fuerza cuando se siente triste.