Este mito hebreo explica cómo Lucifer, originalmente el ángel más hermoso y poderoso encargado de proteger a las naciones, se llenó de orgullo y ambición y desafió a Dios, declarando que subiría al cielo y se igualaría al Altísimo. Como castigo, Dios arrojó a Lucifer del Edén a la Tierra y luego al Sheol. Lucifer cayó como un rayo pero quedó reducido a cenizas, y ahora su espíritu vaga sin descanso. El mito da una explicación del