Este documento presenta varias leyendas y mitos de una región de Colombia. Algunas historias incluyen el pie del Niño Dios impreso en una roca, un cerdo dorado que guarda un tesoro, y un gallo dorado que se esconde en una laguna encantada. Otras leyendas describen espíritus de reyes antiguos que protegen sus tesoros, un demonio que asusta a borrachos cerca de un volcán, y una serpiente formada a partir de cabello humano sumergido en agua.
Estos relatos, centrados en la vida de los indígenas de Huánuco, están escritos bajo la modalidad realista y naturalista. El autor expone su punto de vista sobre el elemento indígena y la manera en que el indio vive sus pasiones, violencias, supersticiones, atavismos, goces y muertes, configurando su destino que parece regido por una tradición ancestral.6
En esos relatos impera la violencia, algunas veces a un extremo muy sangriento, como en «Ushanan-jampi» y «El campeón de la muerte». Otro de ellos es una magnífica recreación de una leyenda prehispánica, «Las tres jircas», en la que intervienen los seres divinos de manera arbitraria en el destino de los hombres. Y también hay alguno de tema antropológico, sobre el sabor de la coca, la cual, sea dulce o amarga, advierte al indio sobre su victoria o derrota («Cómo habla la coca»). Para algunos críticos, es «Ushanan-jampi» (el último remedio), el relato que tiene mayor fuerza dramática.
Escritores posteriores como José María Arguedas achacaron a López Albújar tener la visión deformada del magistrado que solo conoce a los indios desde su despacho judicial de asuntos penales.7 Luis Alberto Sánchez reprocha también al autor el hecho de tener solo como referentes a indígenas acusados de delitos, lo que, según él, sería una mala escuela para conocer a una raza o una clase social.8 Mario Vargas Llosa comparte esas opiniones y describe al libro como «un impresionante catálogo de depravaciones sexuales y furores homicidas del indio»; sin embargo, se equivoca en lo primero, pues en el libro no hay relatos de actos sexuales.9
Pero a favor de López Albújar está el hecho que esa visión era parte de la realidad que él conocía y que escogió libremente, aunque fuera solo una visión parcial y quizás hasta prejuiciosa. Por eso, tal vez, a diferencia de otros narradores, en la obra de López Albújar no es la fuerza de la naturaleza, ni la opresión de los indios, los asuntos que aparecen en primer plano: es la psicología de los personajes, la naturaleza trágica de los acontecimientos.4En torno a la ciudad de Huánuco existen tres cerros o jircas: Marabamba, Rondos y Paucarbamba. Una leyenda lugareña, de origen prehispánico, contaba el origen de esos nombres: eran de tres guerreros antiguos, venidos de lejos en busca del amor de una hermosa doncella. El autor recoge esta leyenda y la recrea de manera magistral. El curaca de esa región, llamado Pillco-Rumi, tenía una hermosísima hija única, Cori Huayta (Flor de Oro). El padre no quería que su adorada hija se casara porque para él no existía en su reino un hombre perfecto y capaz de hacerla feliz. Pero al actuar así iba contra las leyes del reino, que obligaban a toda mujer adulta a contraer matrimonio. Varios pretendientes se dispusieron a pelear para conseguir la mano de la bella Cori Huayta, entre ellos tres guerreros famosos: Maray, Runtus y Páucar, venidos de la puna, del mar y de la selva, respectivamente, al frente de numerosos ejércitos. Al verse rodeado 1
Estos relatos, centrados en la vida de los indígenas de Huánuco, están escritos bajo la modalidad realista y naturalista. El autor expone su punto de vista sobre el elemento indígena y la manera en que el indio vive sus pasiones, violencias, supersticiones, atavismos, goces y muertes, configurando su destino que parece regido por una tradición ancestral.6
En esos relatos impera la violencia, algunas veces a un extremo muy sangriento, como en «Ushanan-jampi» y «El campeón de la muerte». Otro de ellos es una magnífica recreación de una leyenda prehispánica, «Las tres jircas», en la que intervienen los seres divinos de manera arbitraria en el destino de los hombres. Y también hay alguno de tema antropológico, sobre el sabor de la coca, la cual, sea dulce o amarga, advierte al indio sobre su victoria o derrota («Cómo habla la coca»). Para algunos críticos, es «Ushanan-jampi» (el último remedio), el relato que tiene mayor fuerza dramática.
Escritores posteriores como José María Arguedas achacaron a López Albújar tener la visión deformada del magistrado que solo conoce a los indios desde su despacho judicial de asuntos penales.7 Luis Alberto Sánchez reprocha también al autor el hecho de tener solo como referentes a indígenas acusados de delitos, lo que, según él, sería una mala escuela para conocer a una raza o una clase social.8 Mario Vargas Llosa comparte esas opiniones y describe al libro como «un impresionante catálogo de depravaciones sexuales y furores homicidas del indio»; sin embargo, se equivoca en lo primero, pues en el libro no hay relatos de actos sexuales.9
Pero a favor de López Albújar está el hecho que esa visión era parte de la realidad que él conocía y que escogió libremente, aunque fuera solo una visión parcial y quizás hasta prejuiciosa. Por eso, tal vez, a diferencia de otros narradores, en la obra de López Albújar no es la fuerza de la naturaleza, ni la opresión de los indios, los asuntos que aparecen en primer plano: es la psicología de los personajes, la naturaleza trágica de los acontecimientos.4En torno a la ciudad de Huánuco existen tres cerros o jircas: Marabamba, Rondos y Paucarbamba. Una leyenda lugareña, de origen prehispánico, contaba el origen de esos nombres: eran de tres guerreros antiguos, venidos de lejos en busca del amor de una hermosa doncella. El autor recoge esta leyenda y la recrea de manera magistral. El curaca de esa región, llamado Pillco-Rumi, tenía una hermosísima hija única, Cori Huayta (Flor de Oro). El padre no quería que su adorada hija se casara porque para él no existía en su reino un hombre perfecto y capaz de hacerla feliz. Pero al actuar así iba contra las leyes del reino, que obligaban a toda mujer adulta a contraer matrimonio. Varios pretendientes se dispusieron a pelear para conseguir la mano de la bella Cori Huayta, entre ellos tres guerreros famosos: Maray, Runtus y Páucar, venidos de la puna, del mar y de la selva, respectivamente, al frente de numerosos ejércitos. Al verse rodeado 1
1. MITOS Y LEYENDAS
MITOS:
Pie del niño Dios…
Cuando Simón Bolívar, paso por estas tierras, lo acompañaba “El Niño Dios”,
un niño muy travieso que como Espíritu se distraía y la pasaba jugando; en un
descuido, piso por accidente una de las piedras ubicada en el camino que
conduce a “Aguas Calientes”, dejando allí plasmada la huella de su pie.
Tunjo…
A personas muy selectas suele aparecerse un animalito en forma de marrano
dorado como el oro, el cuál para evitar maldiciones o ser infectados por el
demonio de la lepra debe capturarse con una cobija de lana limpia; y nunca
tocarlo con las manos; cuando se apacigüe debe dejarse en libertad, para que
busque su guarida en donde custodia un magnífico tesoro.
El gallo de oro…
Al igual que al anterior, este gallo dorado solo aparece en las lagunas
encantadas, el cuál debe observarse inadvertidamente; este sale, se alimenta y
se esconde en este sitio esconde un gran tesoro.
Espíritus Monarcas…
Nuestros antepasados solían sepultar a sus reyes o caciques junto con todas
sus pertenencias, estos reyes eran muy celosos con sus tesoros y continuaban
custodiándolos aún después de muertos para heredárselos a una persona de
corazón noble y es por eso que sus espíritus permanecieron en su sepulcro y
aparecían para enloquecer los avaros, y solo era visible verlos vestidos de
blanco; y los de corazón noble, los cuales tenían que ir solos cerca de las 12:00
de la noche, con herramientas de cavar,
2. LEYENDAS
El demonio del Volcán…
A los borrachos que distraídos no observan el reloj y emprenden camino por la
ruta a “pichincha”, llegando al volcán en el sitio llamado la carrera de la locas,
suelen sentir a las 12:00 de la noche un tropel enfurecido guiado por un solo
hombre, aparentemente gigante, el cuál atenta con arroyarlos. El distraído
borracho se aparta del camino, siente que pasa con gran temor este bullicio a
alta velocidad, pero nunca ve nada.
La Serpiente del salado…
Cuentan las malas lenguas que si sumergen cabello de mujer arrancado de
raíz en un frasco con agua durante un año, este se convierte en serpiente, la
cual se libera en la piedra del salado, ella busca refugio, y donde hace su
guarida, nacerá en un año una fuente de agua salada.
El Tropel al Barranco…
Cuídese de pasar por el cultivo de caña dulce de la llanada, a las doce de la
noche ya que uno de sus moradores, nos contó que iba con su hijo a vigilar los
cultivos cuando de repente sintieron que salió de la nada un tropel de caballos
que atravesaba todos los cultivos sin dañarlos a todo galope y desaparecieron
en el barranco, amenazando en arrollarlos.
El abuelo chicotero…
En el roble a las seis de la tarde, suele aparecerse un abuelito fumando
chicote. Si está de buenas y llega en el momento en que se acaba, no olvide
brindarle un tabaco y el ha cambio le dejará como herencia un tesoro que
conserva en lo profundo de un pozo pequeño, si no le brinda tabaco debe
corres sin mirar atrás, y si no quedará completamente loco.
Laguna de la domina…
Cuando llegaron los colonizadores sometieron a los indígenas y robaron sus
tesoros, los indígenas al igual que el dorado, escondieron los tesoros en el
remolino de la laguna. Estos tesoros están custodiados por tres dinosaurios
que alaban continuamente al creador. Es por eso que cuando alguien se
acerca a la laguna los guardianes se enojan y desatan una gran tormenta con
rayos y granizo que congelaban a cualquiera.
3. Si tienes suerte y viajas por esta zona a las horas de la tarde y logras ver los
dinosaurios con una estrella en la cabeza, ellos serán tus amigos, calmarán la
tormenta y tranquilizarán el remolino para que pueda sumergirse y sacar el
tesoro.
Colegio Encantado…
En mediaciones del colegio “COLNUSEC” y la finca de los Otero, funcionaba
un cementerio indígena, cuyas almas guardaban muchos secretos y alunas se
quedaron para vigilarlas. Según algunos celadores de corazón noble y
estudiantes que se han quedado hasta las doce de la noche, han oído pupitres,
balones y gritos. Han visto a un sujeto alto jugando baloncesto, lanzando
químicos del laboratorio al centro de la cancha, sube y baja los químicos del
laboratorio al centro de la cancha, sube y baja las escaleras de la cancha, y
apaga las luces y produce escalofríos.
Si tienes suerte y visitas al colegio a las doce de la noche, sin compañía y se le
aparece el espíritu bueno que tiene una camisa blanca resplandeciente y lo
saluda debe brindarle un tabaco y a cambio lo colmará de inteligencia si no
pregunte a Jaime García.
“Testimonio de don Serafín, algunos
estudiantes y don Pedro Duran”
♦ Laguna negra mojicones…
Es costumbre del país pagar penitencia
en Chiquinquirá en semana Santa por
lo que viajan cientos de Kilómetros de
herraduras, cuando no había carretera;
viajaban familias enteras en caravana.
4. En una de estas caravanas un joven cansado se quedó en el camino y se
sentó a descansar en un valle cubierto de nubes. El viento despejó las nubes y
vio que abajo había un pueblo en fiesta, y bajó a pedir posada. Cuando llegó
noto que era una gran casa y en el techo había un balde lleno de agua y
piedras.
Lo invitaron a pasar y había mucha comida, bebida y mujeres lindas, la jefe de
ellas, que a toda hora fumaba tabaco, se le acabó y el joven le brindó uno
nuevo, le dieron de comer y le dieron alojamiento, con la condición que no se
quedará con ninguna niña y si no se quedaría de por vida. El balde era para
atajar las piedras que niños lanzaban al techo agujerado, los cuales serían
castigados; tenía que irse antes del tercer canto del gallo, a las 4:00 de la
mañana sin despertar a nadie.
El joven se quedó dormido. Cantó el gallo pro primera vez, pero se despertó y
no se levantó, cantó por segunda vez y recordó el compromiso por lo que salió
rápido y silenciosamente y subió la montaña, de la prisa subió cansado y se
sentó, cuando vio que una gran nube cubrió la casa, al tercer canto del gallo,
la nube desapareció y notó que a sus pies había una gran laguna por lo que
asustado corrió a alcanzar la caravana y nunca más volvió.
La dueña de la casa de la laguna, baja de vez en cuando al pueblo y pasa
fumando tabaco, no olvide brindarle uno, si no le cae la maldición. Ella bajaba
a advertir que no siguieran tirando piedra a la casa cuando iban a la laguna, si
no una gran avalancha les vendría; si le da tabaco o chocolate ella saca de la
mochila granos de oro y los da a cambio.
En uno de sus viajes llegó cansada a una casa campesina. Allí vivía sola una
mujer avara y malgeniada. Le pidió tabaco y no le dio, le pidió chocolate y le
dio agua panela y le pidió posada y le dijo que no molestara, que no daba
posada a mendigos. Luego la señora avara sacó maíz picado y les echo a las
gallinas. El hada reclamó que porque daba mal alimento a estos seres, la
señora se ofendió y le dijo que la dejara en paz. Ofendida el hada sacó granos
de oro en forma de maíz y los lanzó a las gallinas. La dueña de la casa fue a la
cocina a buscar una olla para recoger el oro y el hada la llamo y le dijo. Por su
avaricia si recoge el oro y no lo deja comer de las gallinas, una avalancha se
llevara media finca y acabará con sus cultivos. A los tres días la señora le dijo.
Cuando la señora avara llegó con la olla de comer, la avaricia de aquella llegó
a ser tan mortal, que mato a todas las gallinas para sacarles el oro. A los tres
días paso la maldición, ella enloqueció y se fue.
♦ Pueblo Viejo…
5. Un pueblo indígena habito el sitio enterrado en la montaña de la arenera. Allí
vivían y allí murieron con todas sus pertenencias. Sus espíritus se quedaron a
cuidarla, esperando un hombre de corazón noble para darle el oro, pero se
ofende si visitantes mal intencionados van a robárselo y amenazan con
derrumbar la montaña.