Las leyendas de Macarí incluyen historias de criaturas como un sapo y una tortuga que fueron petrificados, así como de mulas y toros cuyas imágenes quedaron grabadas en piedra. Otras leyendas hablan de una sirena encantadora que canta y toca el charango, y de una campana encantada cuyos toques nocturnos aún se pueden escuchar provenientes de las ruinas de la antigua ciudad de Mauka Llacta.
1. LEYENDAS MILENARIAS DE MACARÍ
LEYENDA DEL SAPO PETRIFICADO
Dicen que en un tiempo remoto, un enorme sapo venía desde la parte norte
de Macarimayo y bajaba por el río, arrasando todo lo que encontraba a su
paso, para envenenar con su ponzoña a los hombres blancos, por el abuso y
maldad que cometían a los naturales.
En sus tantas correrías llegó a detenerse en la compuerta de Jayllahua, por
ser un lugar donde toda la gente viajera pasa por ahí necesariamente.
Los crímenes del batracio fueron acrecentando día a día, ante el
arrepentimiento y súplica al Dios taytacha de los “Mistis”, el espíritu de la
divina providencia castigó al sapo convirtiéndole en piedra.
Actualmente el sapo petrificado se encuentra en medio del río Jayllahua, a
vista de los curiosos, mide 5 metros de largo, por 3 metros de ancho y con
una altura de 2 metros.
Hoy en día este sapo ya no tiene ponzoña, sino sirve al viajero como
indicador del caudal del río, cuando el agua se encuentra hasta la mitad del
sapo, el viajero lo puede pasar sin ningún temor y cuando el agua se
encuentra por encima de la mitad del sapo, el viajero tiene que abstenerse a
cruzar.
“Narraciones milenarias de Macarì”
Oscar Alfredo Recharte Huamán
LEYENDA DE LA TORTUGA
Antes de la unión de las Cochas (Lagunas) de Layo y Langui, dice que de la
parte noreste de Melgar, venía una gran tortuga con la intención de unir las
dos cochas.
Gracias a la indicación de los naturales, la tortuga se dirigía por la compuerta
de Jayllahua.
Camina, que camina todo el día, ya al oscurecer, la tortuga nuevamente
preguntó a un indio que pasaba por el lugar:
_ ¿ Esta es la compuerta de Jayllahua?
_ Si - le contestó- y le sugirió:
_ No vayas por ese lugar de noche.
_ ¿ Por qué? interrogó la tortuga.
2. _ Porque es muy peligroso, sobre todo cuando estás sola.
La tortuga incrédula, siguió su camino sin tomar en cuenta la advertencia, al
caer la noche quiso cruzar el río, en eso es alcanzado por un viento,
haciéndole perder su imaginación y convirtiéndole en piedra.
Hoy la tortuga junto al sapo, las mulas y los toros son los moradores y dueños
del lugar.
“Narraciones milenarias de Macarí”
Oscar Alfredo Recharte Huamán
LEYENDA DEL MILAGRO DE LA MULA
A finales del siglo antepasado, en los Andes del sur, era muy común ver a los
arrieros que hacían sus largos viajes conduciendo mulas, trayendo vino de
Arequipa y sobre todo algunas baratijas de poca importancia.
Estos arrieros en contubernio con las autoridades del pueblo, cometían
injusticias y abusos, entregaban a los indígenas las baratijas como espejos,
casinos, estampas religiosas y otras cosas cono si ellos tuvieran eternamente
el mal de ojos, o eran jugadores empedernidos o devotos de todos los
santos; la entrega era a precios exorbitantes con ganancias del 300%. Al cabo
de 1 mes, regresaban para cobrar, y si no pagaban, eran arrestados por la
autoridad y tenían que pagar con intereses, a veces tenían que entregar sus
propiedades.
Un grupo de esos arrieros regresaban del ayllu de Ccollana a Macarí, la noche
les sorprendió en la compuerta de Jayllahua, desataron sus cargamentos de
licores y baratijas, amarraron no muy lejos a sus mulas y ellos para mitigar el
frío reinante, se entregaron a la libacion de licor tras licor.
Al día siguiente, al despertar vieron con sorpresa que sus mulas no estaban
en el lugar en que lo habían dejado, se pusieron a buscar afligidos y tristes a
sus mulas, ya que cada una de ellas valía el equivalente de 50 llamas y era el
transporte y sustento de sus familiares.
La búsqueda de todo el día no tuvo éxito, en eso vieron a un aborigen, al que
rogaron para que les ayude a buscar sus mulas perdidas, a cambio de una
buena recompensa.
El indio sacando su chuspa extrajo unas cuantas hojas de coca, la miró, luego
se la puso a la boca y finalmente la masticó.
-No te preocupes- dijo- tus mulas aparecerán.
3. Los arrieros entusiasmados por el augurio le invitaron una copa de
aguardiente, el indígena vertió al suelo un poco de líquido y el resto se lo
tomó.
Cuando comenzaron a buscar, encontraron unas huellas, la siguieron hasta
llegar al pié de un peñasco calcáreo en donde se perdió las huellas, los ojos
de águila del indio miraron hacia el cielo, tratando de ver algo y vio en lo alto
de la peña la cabeza de una de sus mulas perdidas.
-Wiracocha- dijo el indio- la imagen de tus mulas están en la peña, este es el
castigo por los abusos que cometiste con mis hermanos de raza, mi padre el
sol no quiere que siembres la ambición en estos lugares, diciendo eso
desapareció el indio.
Hoy en día en un peñasco de Jayllahua se encuentra el rostro de la mula.
“Narraciones milenarias de Macarí”
Oscar Alfredo Recharte Huamán
LA LEYENDA DE LOS TOROS
En tiempos lejanos, caminaban por estos lugares los “Jachacachis” o
compradores de ganado, eran personas que venían del Antisuyo a comprar
animales para el Collasuyo.
Los viajeros tenían que llevar dos hermosos toros, para la fiesta del Tayta San
Isidro, días en que consagraban el arado a los animales que no sabían de
estas tareas, la cercanía era especial que en conjunto acudían a esta fiesta.
Pero la desgracia es tan grande, que al pasar por el cañón de Jayllahua,
llegaron en un mal día, justo a la caída del alba o a la entrada del sol, al pasar
vieron a una hermosa dama de ojos azules, pelo rubio, sentada sobre una
roca, que les invitó a pasar a una ciudad tan hermosa, nunca antes visto, más
allá vieron al Tayta San Isidro y habían pensado que ya habían llegado a su
destino, inmediatamente amarraron los aperos y la yunta de reja al toro, y
empezaron con la tarea de la ceremonia, había una atención exagerada de
chicha y aguardiente, tomando hasta perder el sentido, para luego dormirse.
Al despertar en la madrugada de al día siguiente, se dieron con la sorpresa de
que sus toros habían desaparecido, inmediatamente prosiguieron con la
búsqueda, pasó por ahí una persona, al ser preguntado por los
“Jachacachis”, el susodicho sacó de su q'uipucha un puñado de coca, lo
observó y dijo:
-Tus toros están por ahí- lo encontrarás.
4. Al seguir buscando, encontraron unas huellas de bueyes, que los condujo al
lugar donde estaban convertidos en piedras los 2 toros.
Se dice que lo ocurrido era el castigo, por el engaño que cometieron a un
indio, el pobre “Jachacachi”, tomó rumbo a su tierra para no regresar por
estos lugares nunca más.
“Narraciones milenarias de Macarí”
Oscar Alfredo Recharte Huamán
LA SIRENA ENCANTADORA
En noches de luna nueva y luna llena, aparece una sirena encantadora en el
peñón que hay en medio del río de Jayllahua, denominado “ Sirenayoc
ccacca”, dicha sirena canta y toca el charango como nadie en este arte.
Este lugar es muy temido, principalmente para los varones que atraídos por
la música y canto de la bella sirena, se establece un idilio amoroso.
Cuentan las personas que un joven valiente y galante, a altas horas de una
noche de luna llena pasaba por el peñón rumbo a su propiedad, a medida
que se iba acercando oyó música y cantos muy melodiosos, que le llegaban al
corazón, al seguir avanzando vio a una indiecita muy bella sentada en la
puerta de un impresionante palacio de cristales, que tocaba charango, el
joven enamorado por tal belleza se acercó y entabló conversación.
- Buenas noches- estrella vespertina- dijo el joven.
- Buenas noches- contestó la mujer.
Como queriendo enamorar, el joven comenzó a decir:
- El instrumento que tocas, tu voz melodiosa y tu belleza me ha atraído para
ofrecerte mi corazón.
- Está bien dijo la cantante. Escucharás mi música melodiosa y linda, mis
versos ligeros y lugareños y tú serás mi compañero en esta solitaria mansión.
El joven ante esta respuesta quedó mudo, pasmado y agradecido, ingresó al
palacio de cristales de ancho vestíbulo, patio amplio, portales levados,
salones con espejos y luz, el jardín lleno de flores y plantas exóticas.
El joven estuvo escuchando toda la noche la música y el canto, a medida que
pasaba las horas la música se iba apagando, cuando el sol formaba el
crepúsculo matutino y la luz iluminaba el silencioso ambiente de la
naturaleza, el palacio se iba convirtiendo en su estado natural ante sus
propios ojos y la sirena había desaparecido misteriosamente, pero antes de
su desaparición el mozo se dio cuenta que ella tenía de la cintura hacia la
cabeza, forma humana y de la cintura hacia abajo tenía cola de pez, era la
5. sirena encantadora, el joven sacando fuerzas sobrehumanas regresó a su
casa sin decir a nadie de lo ocurrido.
En la actualidad muchos amantes del arte de las cuerdas, sobre todo aquellos
cultivadores de las melodías del charango, exponen su instrumento en la
peña de “Sirenayoc ccacca” según creen los supersticiosos que el
instrumento adquirirá el embrujo y el encantamiento de la sirena seductora
que habita en los pajares del lugar.
Ahí depositan sus instrumentos en noches de luna nueva o luna llena que
después de 3 noches, el charango tendrá una melodía que arrancará las
notas más enigmáticas del pentagrama.
“Narraciones Milenarias de Macarí”
Oscar Alfredo Recharte Huamán
LEYENDA DE MAUKA LLACTA DE MACARI
Esta ciudadela de Mauka Llacta o pueblo viejo, está envuelto en la leyenda de
oscuridad de los tiempos remotos y en la amnesia de las personas de estos
lares.
En la localidad naciente se dio comienzo a la construcción del templo
parroquial, sobre los muros sólidamente construidos, se armó los tijerales
para colocar el techo, hecho lo cual los constructores se fueron a dormir.
A la mañana siguiente al volver los hombres al trabajo, vieron asustados y
con espanto que los lazos, con los que estaban amarrados los palos de los
tijerales, se habían convertido en serpientes.
Los trabajadores con estupor y miedo dejaron la construcción tal como se
encontraba, porque la casa de Santa Lucía iba a tener un mal fin, debido a
que los malos espíritus se habían presentado en forma de serpientes a
entorpecer su terminación enviados por el diablo.
Por esa circunstancia demonial, trasladaron al pueblo antiguo a otro lugar, al
que hoy ocupa la actual población de Macarí, a 3 kilómetros hacia el oeste, al
pie del cerrito Posoconi.
Toda persona actualmente puede observar el templo en galpones, desde el
camino carretero, hoy en este lugar viven las almas de sus fundadores
cuidando los tesoros ocultos.
Narraciones milenarias de Macarí”
Oscar Alfredo Recharte Huamán
LEYENDA DE LA CAMPANA ENCANTADA DE MACARÍ
6. El templo de Mauka Llacta, tenía una torre muy elevada y erguida semejante
a las que hay en los pueblos de los andes.
Para su culminación solo faltaba colocar las campanas, una de ellas era
grande, considerada como la hermana menor de la María Angola, esta
campaña fue moldeada en Mauka Llacta, con su gran badajo de puro bronce
y con algunos kilos de oro, para que fuera más sonora y pueda oírse a varios
kilómetros de distancia, debido a su gran peso no pudo ser traído de Cusco o
de Puno.
La campana estaba destinada a llamar a los fieles a la unción espiritual, citar
a la ciudadanía para la celebración de algunas fiestas, llamar al populacho
para escuchar el bando y enterarse de las buenas y malas del pueblo y
también para la despedida del fallecido antes de su viaje al más allá.
En el momento de su colocación por medio de un plano inclinado, la torre se
desplomó en medio de un ruido ensordecedor.
Este pasaje contado de generación en generación, dice que debajo del suelo
y cerca de la torre de Mauka Lllacta, se encuentra la campana colgada sobre
otra torre ¿Acaso sobre un peñasco debajo de la tierra?.
Lo que si podemos afirmar es que la campana verdaderamente existía hasta
hace poco, los pastores utilizaban la argolla de la campana para amarrar al
ganado vacuno y/o caballar.
Viendo con la prisma de la visión del pensamiento fantasmagórico, los
misteriosos nocturnales de la campana encantada, -dicen los que tienen
buenos tímpanos- que fluye los toques sonoros y graves en las fases de luna
llena, y estos toques son fuertes que hacen vibrar el suelo del pueblo viejo,
haciendo despertar de su sueño a los moradores de las cercanías, no
solamente a ellos si no a los animales: el burro rebuzna, la llama se espanta,
el toro bruñe, las ovejas balan, el búho que duerme en las ruinas del templo
grazna grave y funerariamente
Después de pasar la pesadumbre de los que viven alrededor del pueblo
antiguo, viene el silencio sepulcral, pareciendo Mayka Llacta un verdadero
camposanto, porque las almas de sus constructores y los duendes se pasean
haciendo vagos ruidos, es decir penando por sus pecados.
El silencio se extiende en el vecino lugar denominado PADREYOC HUAYCO, la
quebrada del padre religioso, en donde hay una senda hacia el pueblo de
Macarí, en el cual un fraile ¿Sabe Dios por qué? en ciertas noches malignas se
materializa, presentándose como un ser viviente, en actitud de celebrar misa,
a veces rondando como un centinela y otras veces tocando la campana
encantada.
7. Los habitantes de los alrededores de Mauka Llacta, finalmente dicen que en
el día de juicio final, los vivos han de oír los toques claros y plañideros de la
campana encantada y los muertos retornarán a la vida material para la gran
reunión espiritual.
“Narraciones milenarias de macarí”
Oscar Alfredo Recharte Huamán