Este mapa conceptual explica que la inversión extranjera directa contribuye al crecimiento económico de un país de manera directa e indirecta. Directamente, incrementa la productividad y eficiencia al aumentar el capital y financiamiento. Indirectamente, impulsa el crecimiento a través de su impacto macroeconómico, transferencia de tecnología, desarrollo de capital humano, integración comercial e inducción de mayor competencia. También puede beneficiar el medio ambiente, condiciones sociales y responsabilidad empresarial.