El documento discute la modificación corporal y argumenta que cada persona debe ser libre de hacer lo que quiera con su cuerpo siempre que no se ponga en peligro su vida. Si bien los cambios extremos que desdibujan la figura humana pueden ser cuestionables, mientras que las actividades cotidianas no se vean afectadas, los cambios corporales están dentro de los límites de lo correcto. Al final, la decisión de cambiar el cuerpo o la actitud hacia él corresponde a cada individuo.