Moisés enseña que Dios proveerá las necesidades diarias de sus hijos, aunque a veces haya escasez. Los israelitas murmuraron contra Moisés cuando no tenían pan, pero Dios les dio mana del cielo cada día excepto el sábado. Aprendamos a confiar en la provisión diaria de Dios en lugar de preocuparnos por el mañana.