Jesús invitó a tres de sus discípulos a orar con él en un cerro para enseñarles sobre la voluntad de Dios. Mientras oraban con la ayuda de las Escrituras, vieron que Dios quiere que todos sus hijos tengan vida feliz para siempre y escucharon a Dios decirles que escuchen siempre a Jesús. El documento concluye invitando a Jesús a dar fuerza para seguir sus enseñanzas y ejemplos como hijos amados de Dios.