La historia de Eli y sus hijos Ofni y Finees muestra las consecuencias de la falta de santidad: Dios castigó a Eli y su familia con la muerte y permitió que los filisteos capturaran el arca sagrada. La causa fue la conducta impía de los hijos de Eli y su fracaso en corregirlos. Sin embargo, Dios preparó a Samuel como un reemplazo piadoso, demostrando que la oración poderosa proviene de una vida santa dedicada a Dios.