Las leyes de reforma en México tuvieron un gran impacto social. Dividieron a la sociedad entre los conservadores que se oponían a las leyes y los liberales que las apoyaban. Las leyes beneficiaron a la sociedad al disminuir el poder de la iglesia y fortalecer el sistema político, pero también generaron oposición de aquellos que no estaban de acuerdo con los cambios.