Jesús enseña a sus discípulos el Padre Nuestro como una oración fundamental para los cristianos. Explica cada una de las peticiones de la oración, incluyendo pedir el pan de cada día, el perdón de los pecados, y no caer en tentación. Además, Jesús les dice que Dios, como un padre amoroso, dará al Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan.