Durante el Primer Imperio Francés de Napoleón, que duró de 1799 a 1815, Francia alcanzó su máxima expansión territorial y Napoleón trató de convertirla en la mayor potencia mundial. Napoleón obtuvo victorias militares que le permitieron controlar gran parte de Europa, aunque su arrogancia y su invasión fallida de Rusia en 1812 condujeron finalmente a su derrota.