El Papa Francisco describe cómo cada persona puede representar diferentes aspectos de la Navidad a través de sus acciones y virtudes, como ser la luz que ilumina el camino de los demás con bondad y generosidad, los ángeles que cantan un mensaje de paz y amor, o la cena de Navidad al alimentar al pobre. El mensaje insta a las personas a recibir al Salvador en silencio y a establecer la paz interior de una Navidad perenne.