Nicodemo era un fariseo y miembro del Sanhedrín, el máximo tribunal judío. Visitó a Jesús de noche para hablar con él. Jesús le habló sobre la necesidad de nacer de nuevo espiritualmente. Aunque Nicodemo no entendió completamente al principio, su encuentro con Jesús provocó un cambio en él, ya que después ayudó a preparar el cuerpo de Jesús para el entierro.