El presidente Maduro está actuando de forma desesperada como el emperador romano Nerón al ver que su gobierno se está desmoronando. Su reciente discurso económico no ofreció soluciones efectivas a los problemas de Venezuela y demostró que está atrapado en un modelo fracasado del que no puede salir. Ordenó incautaciones ilegales de almacenes e incitó a saqueos, lo que solo empeorará la situación. La única salida es un gran diálogo nacional que permita resolver la grave crisis por la que atraviesa el país.