El documento habla sobre la violencia y el acoso escolar. Señala que la violencia puede ser perversa en forma de palabras, miradas u omisiones, y que es el miedo a las ideas de los demás. Además, indica que los niños acosadores suelen repetir ese comportamiento a lo largo de su vida, ya sea en la familia o el trabajo, y en algunos casos pueden llegar a ser personas violentas o delincuentes. Finalmente, menciona que el problema del acoso escolar suele estar oculto y que lo más difícil es romper el silencio