Este documento ofrece nociones elementales sobre la mayordomía de los bienes. Explica que Dios es el propietario de todas las posesiones y que nos da dinero e ingresos para cubrir nuestras necesidades, apoyar su obra y ayudar a otros. También enfatiza la importancia de no poner nuestra esperanza en las riquezas, usar los recursos de forma responsable y entender que daremos cuenta a Dios sobre cómo los manejamos.