El documento describe la brecha digital en las escuelas entre los estudiantes y profesores, con los estudiantes más familiarizados con las nuevas tecnologías que sus maestros. Argumenta que para cerrar esta brecha, los profesores deben adaptarse a formas modernas de enseñanza que incorporen las cuatro dimensiones de la multialfabetización y los conocimientos necesarios para usar efectivamente las nuevas tecnologías en el aula.