Este documento enfatiza que nuestra mayor responsabilidad individual es trabajar por la salvación de nuestros antepasados que han fallecido. Señala que todos tenemos la obligación de realizar esta obra, sin importar otros deberes religiosos o cargos que ocupemos. Advirtió que si rechazamos voluntariamente salvar a nuestros muertos, también seremos rechazados y su sangre será requerida de nuestras manos. Finalmente, cita a José Smith al decir que la doctrina de la salvación de los muertos es el tem