La arquitectura de la Antigua Roma se caracterizó por la grandiosidad de sus edificaciones y su solidez, lo que ha permitido que muchas de ellas perduren hasta nuestros días. La organización del Imperio romano normalizó las técnicas constructivas, por lo que se pueden encontrar construcciones muy similares a miles de kilómetros de distancia. El término arquitectura moderna, desarrollada a lo largo del siglo XX, se caracterizó por la simplificación de formas, la ausencia de ornamento y la renuncia