El autor pide ayuda a Dios para hacer un retiro espiritual durante la Cuaresma, alejándose de las distracciones y preocupaciones mundanas para escuchar la voz de Dios, revisar su vida y descubrir qué áreas necesitan cambio. Reconoce varias tentaciones como el activismo, la falta de compromiso con los necesitados, y separar su fe de su vida diaria. Pide a Dios que lo guíe en el desierto para empezar de nuevo con humildad y vivir fielmente.