Este documento presenta un sermón para el tercer domingo de Cuaresma. En él, se analiza el evangelio del día sobre Jesús curando a un ciego de nacimiento y se explica que hay diferentes tipos de ceguera, incluyendo no ver la imagen de Dios en los demás, no confiar en la palabra de Dios, y no querer ver las injusticias. Se concluye que Cristo es la luz del mundo y que él puede iluminarnos para ver a los demás con compasión y ser solidarios.
El documento habla sobre el significado de la solemnidad de Todos los Fieles Difuntos y cómo aunque los seres queridos fallecidos ya no están físicamente presentes, su espíritu y recuerdo permanecen vivos. La fe en Dios y en la vida después de la muerte brinda consuelo y esperanza ante la ausencia de los difuntos.
Este documento presenta una celebración penitencial de Adviento. Contiene oraciones, lecturas y reflexiones para examinar las relaciones con Dios, con los demás y consigo mismo, e identificar áreas que necesitan conversión. El objetivo es prepararse espiritualmente para la venida de Cristo durante la Navidad a través de la renovación interior.
Este documento presenta las lecturas para una misa dominical, incluyendo una lectura de la profecía de Miqueas, un salmo responsorial, y el Evangelio según San Mateo sobre Jesús diciendo que aquellos que hacen la voluntad de Dios son su verdadera familia. Luego incluye oraciones, meditaciones y reflexiones relacionadas con vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
El documento habla sobre la invitación constante a subir en estatus, prestigio y conocimientos para vivir según los estándares del mundo. Sin embargo, Jesús nos dice que debemos bajar de nuestras seguridades y dudas para verlo a Él. Zaqueo quería ver a Jesús y tuvo que subir a un árbol para hacerlo, luego bajó cuando Jesús le pidió alojarse en su casa.
Dios se revela a sí mismo a la humanidad a través de la historia de la salvación. La revelación divina comienza con la creación y se completa en la encarnación de Jesucristo. Dios desea una relación personal con los seres humanos y los invita a conocerlo a través de su Hijo y en el poder del Espíritu Santo. La revelación de Dios se transmite a través de la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia.
El documento habla sobre la exaltación de la Santa Cruz. Resalta que aunque la cruz parece un símbolo de sufrimiento y muerte, en realidad representa el gran amor y sacrificio de Dios por la humanidad. Jesús murió en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. La cruz nos recuerda que Dios nos ama tanto que envió a su Hijo único para redimirnos.
Este documento presenta las instrucciones para una celebración comunitaria de la penitencia destinada a grupos maduros como animadores, educadores y agentes de pastoral. La celebración dura al menos una hora y media e incluye momentos como la ambientación general, una experiencia de soledad y alejamiento del pecado, una llamada a volver, la lectura de la Palabra de Dios, un examen general y la confesión individual. El objetivo es que los participantes experimenten el perdón incondicional de Dios a través de la reflexión, la oración
Este documento presenta información sobre las actividades y prácticas de Cuaresma en una parroquia, incluyendo la imposición de cenizas, retiros, viacrucis y conferencias médicas. También contiene mensajes que exhortan a los feligreses a aprovechar este tiempo para acercarse a Dios mediante la oración, el ayuno y servicio a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús.
El documento habla sobre el significado de la solemnidad de Todos los Fieles Difuntos y cómo aunque los seres queridos fallecidos ya no están físicamente presentes, su espíritu y recuerdo permanecen vivos. La fe en Dios y en la vida después de la muerte brinda consuelo y esperanza ante la ausencia de los difuntos.
Este documento presenta una celebración penitencial de Adviento. Contiene oraciones, lecturas y reflexiones para examinar las relaciones con Dios, con los demás y consigo mismo, e identificar áreas que necesitan conversión. El objetivo es prepararse espiritualmente para la venida de Cristo durante la Navidad a través de la renovación interior.
Este documento presenta las lecturas para una misa dominical, incluyendo una lectura de la profecía de Miqueas, un salmo responsorial, y el Evangelio según San Mateo sobre Jesús diciendo que aquellos que hacen la voluntad de Dios son su verdadera familia. Luego incluye oraciones, meditaciones y reflexiones relacionadas con vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
El documento habla sobre la invitación constante a subir en estatus, prestigio y conocimientos para vivir según los estándares del mundo. Sin embargo, Jesús nos dice que debemos bajar de nuestras seguridades y dudas para verlo a Él. Zaqueo quería ver a Jesús y tuvo que subir a un árbol para hacerlo, luego bajó cuando Jesús le pidió alojarse en su casa.
Dios se revela a sí mismo a la humanidad a través de la historia de la salvación. La revelación divina comienza con la creación y se completa en la encarnación de Jesucristo. Dios desea una relación personal con los seres humanos y los invita a conocerlo a través de su Hijo y en el poder del Espíritu Santo. La revelación de Dios se transmite a través de la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia.
El documento habla sobre la exaltación de la Santa Cruz. Resalta que aunque la cruz parece un símbolo de sufrimiento y muerte, en realidad representa el gran amor y sacrificio de Dios por la humanidad. Jesús murió en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. La cruz nos recuerda que Dios nos ama tanto que envió a su Hijo único para redimirnos.
Este documento presenta las instrucciones para una celebración comunitaria de la penitencia destinada a grupos maduros como animadores, educadores y agentes de pastoral. La celebración dura al menos una hora y media e incluye momentos como la ambientación general, una experiencia de soledad y alejamiento del pecado, una llamada a volver, la lectura de la Palabra de Dios, un examen general y la confesión individual. El objetivo es que los participantes experimenten el perdón incondicional de Dios a través de la reflexión, la oración
Este documento presenta información sobre las actividades y prácticas de Cuaresma en una parroquia, incluyendo la imposición de cenizas, retiros, viacrucis y conferencias médicas. También contiene mensajes que exhortan a los feligreses a aprovechar este tiempo para acercarse a Dios mediante la oración, el ayuno y servicio a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Y el mejor camino para llegar a la resurrección es el que nos presenta el evangelio de hoy.
Cumplir la voluntad de Dios. Hay una notable relación en estas palabras. Resurrección y voluntad de Dios.
A Cristo no le movía otra cosa en su vida mas que hacer aquello que le agradaba a su Padre.
Por eso estaba lleno de pasión por transmitirnos lo que su Padre le pedía.
Un abrazo y que Dios nos bendiga.
Luis J. Balvín Díaz
Este documento habla sobre la tentación de buscar el éxito y la fama rápidos a cualquier costo, en contraste con los valores cristianos de sacrificio y generosidad. También advierte sobre los "padres y madres" que nos distraen del camino de Dios, como las riquezas y el materialismo. Finalmente, anima a los cristianos a "perder" cosas mundanas para "ganar" recompensas eternas siguiendo a Jesús.
¿En qué consiste esta profunda sanación que Dios obra a través de Jesús? Se trata de una paz verdadera, completa, fruto de la reconciliación de la persona con sí misma y en todas sus relaciones: con Dios, con los demás, con el mundo.
Un abrazo y que Dios nos bendiga.
Luis J. Balvín Díaz
El documento discute la dificultad de amar a los enemigos pero que con Dios todo es posible. También habla de cinco enemigos del amor cristiano como el egoísmo y ausencia de Dios. Finalmente anima a los creyentes a ser perfectos como Dios y ofrecer amor sin condiciones.
El documento relata la resurrección de Cristo desde las perspectivas de sus seguidores. Narra que sus discípulos estaban llorando su muerte hasta que María Magdalena descubrió que su tumba estaba vacía. Pedro y otro discípulo corrieron a la tumba y también la encontraron vacía, dándose cuenta de que Jesús había resucitado como había prometido.
Este documento discute la creencia en la resurrección de los muertos. Señala que algunas encuestas sugieren que un porcentaje de católicos no creen en la resurrección, lo que el autor considera grave. Argumenta que creer en la resurrección es confiar en la promesa de Jesús de resucitarnos, y que Dios tiene el poder de reconstruir lo que parece imposible para los humanos.
1) Dos discípulos iban caminando tristes hacia un pueblo llamado Emaús después de la crucifixión de Jesús, cuando se les unió un desconocido que les explicó que Jesús tenía que morir para entrar en su gloria.
2) Al llegar a Emaús, Jesús fingió seguir de largo pero los discípulos le rogaron que se quedara con ellos. Jesús tomó pan, lo bendijo y se les reveló.
3) Los discípulos regresaron a Jerusalén para contar a los demás que habían v
El documento habla sobre el misterio de la Santísima Trinidad. Explica que aunque es difícil de comprender, la Trinidad nos enseña la importancia de la unidad y la comunión. También menciona que Dios se manifestó de diversas maneras a través de la historia para acercarse a la humanidad como Padre, Hijo y Espíritu Santo. El documento concluye que aunque Dios esté cerca, debemos darnos cuenta de su presencia para no pasarla por alto.
El documento habla sobre la importancia de recordar el nacimiento de Jesús durante todo el año y dejar que su luz guíe nuestras vidas personales y sociales. También menciona que debemos buscar a Dios a pesar de las dificultades, así como cuidar a Jesús que ha nacido entre nosotros cambiando aquello que necesitemos para que Él se manifieste.
El documento habla sobre la preparación para la venida de Cristo durante el tiempo de Adviento. Insta a los fieles a estar despiertos y receptivos a la llegada de Jesús, ya sea en su nacimiento, en los sacramentos o en su segunda venida. También los anima a mantener la esperanza a pesar de los problemas en el mundo, confiando en que Cristo traerá salvación.
GUIÓN DE LA MISA DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN. CICLO A. DIA 16 DE ABRIL DEL 2017federico almenara ramirez
Este documento describe la misa del Domingo de Pascua. Incluye lecturas bíblicas, oraciones y cánticos que celebran la resurrección de Jesús. La homilía enfatiza que Jesús resucitó y que ahora debemos vivir como hijos de Dios y dar testimonio de su amor.
El documento habla sobre la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi). Resalta que en la Eucaristía Dios está presente y que los cristianos no deben encerrar su fe entre las cuatro paredes de un templo, sino llevarla a las calles y a las personas necesitadas. También reflexiona sobre cómo vivir la fe católica de manera pública.
Este documento es una guía para una celebración religiosa del Día de Todos los Difuntos. Incluye lecturas y oraciones que recuerdan a los fieles difuntos y enfatizan la esperanza cristiana de la vida eterna a través de la resurrección de Jesús. El documento conduce a los asistentes a recordar a sus seres queridos fallecidos, meditar sobre el significado de la muerte a la luz de la pasión de Cristo, y orar con confianza en la misericordia de Dios.
El documento habla sobre la importancia de permanecer unido a Jesús para dar frutos abundantes. Explica que sin la unión con Cristo, como una vid con sus sarmientos, los cristianos no podrán dar frutos y sus vidas carecerán de significado y propósito. También advierte sobre los peligros de alejarse de Dios y vivir sin sus principios, lo que lleva al fracaso y la esterilidad. En resumen, la unión con Jesús es fundamental para que los cristianos puedan vivir plenamente y compartir los ide
Este documento presenta tres párrafos de un sermón pronunciado en una parroquia española. El sermón habla sobre la importancia de la parroquia local como lugar donde los fieles se encuentran con Dios y su gracia, y como lugar para ayudar a los necesitados. También anima a los fieles a colaborar con su iglesia diocesana a través de la oración y el servicio para llevar la luz de Dios a otros.
El documento discute cómo a pesar de los avances materiales, la humanidad a menudo se siente insatisfecha y sin sentido en la vida. Sugieren que la respuesta es encontrar a Dios a través de Jesucristo, y vivir en el amor como Él nos amó.
El documento habla sobre la importancia del Espíritu Santo para la expansión del evangelio y la defensa de las primeras comunidades cristianas ante las dificultades. El Espíritu Santo fue y sigue siendo el acompañante y defensor de los colaboradores de Cristo en su misión de predicar el evangelio por el mundo. También es necesario para la unidad de la iglesia y la guía hacia buenos resultados evangelizadores.
El documento habla sobre el camino que los creyentes deben seguir para conocer a Jesús a través de la lectura del Evangelio domingo tras domingo. Insta a los fieles a descubrir la alegría de ser bautizados y a estar dispuestos a conocer dónde vive Jesús no solo a través de la acumulación de misas sino mediante la oración, el silencio y la contemplación. Finalmente, anima a dejar espacio para Dios cuando se entra a la iglesia y a preguntarle dónde vive.
El documento habla sobre la fe de los cristianos en la resurrección de Jesús a pesar de vivir en tiempos de incredulidad. También reflexiona sobre la necesidad de transmitir esta fe a otros con valentía y entusiasmo, manteniendo las puertas abiertas y sin miedo a confesar públicamente la creencia en Jesús resucitado.
El documento habla sobre la resurrección de Jesús y su significado para los cristianos. Explica que Jesús resucitó al tercer día para dar vida eterna a sus hijos. También dice que con la resurrección, Jesús venció a la muerte y abrió el camino para que los creyentes también resuciten.
Este documento habla sobre la vocación cristiana y el llamado de Jesús a seguirlo. Señala que Jesús nos invita a dejar de lado nuestras preocupaciones mundanas para cultivar nuestra vida espiritual y participar en la Iglesia. También nos exhorta a detenernos a revisar nuestro camino y asegurarnos de estar siguiendo a Jesús. Finalmente, pide que confiemos en Jesús como lo hizo Pedro y que respondamos a su llamado para ser sus testigos.
GUIÓN DE LAS CELEBRACIÓN DEL MIERCOLES DE CENIZA. CICLO C. DIA 10 DE FEBRERO ...federico almenara ramirez
La Cuaresma es un tiempo de 40 días para prepararnos espiritualmente para la Pascua a través de la oración, el ayuno y la limosna. El documento invita a los creyentes a iniciar este camino cuaresmal con actitud de conversión, abriéndonos a la novedad de Dios y viviendo como discípulos de Jesús con fe, esperanza y amor.
Y el mejor camino para llegar a la resurrección es el que nos presenta el evangelio de hoy.
Cumplir la voluntad de Dios. Hay una notable relación en estas palabras. Resurrección y voluntad de Dios.
A Cristo no le movía otra cosa en su vida mas que hacer aquello que le agradaba a su Padre.
Por eso estaba lleno de pasión por transmitirnos lo que su Padre le pedía.
Un abrazo y que Dios nos bendiga.
Luis J. Balvín Díaz
Este documento habla sobre la tentación de buscar el éxito y la fama rápidos a cualquier costo, en contraste con los valores cristianos de sacrificio y generosidad. También advierte sobre los "padres y madres" que nos distraen del camino de Dios, como las riquezas y el materialismo. Finalmente, anima a los cristianos a "perder" cosas mundanas para "ganar" recompensas eternas siguiendo a Jesús.
¿En qué consiste esta profunda sanación que Dios obra a través de Jesús? Se trata de una paz verdadera, completa, fruto de la reconciliación de la persona con sí misma y en todas sus relaciones: con Dios, con los demás, con el mundo.
Un abrazo y que Dios nos bendiga.
Luis J. Balvín Díaz
El documento discute la dificultad de amar a los enemigos pero que con Dios todo es posible. También habla de cinco enemigos del amor cristiano como el egoísmo y ausencia de Dios. Finalmente anima a los creyentes a ser perfectos como Dios y ofrecer amor sin condiciones.
El documento relata la resurrección de Cristo desde las perspectivas de sus seguidores. Narra que sus discípulos estaban llorando su muerte hasta que María Magdalena descubrió que su tumba estaba vacía. Pedro y otro discípulo corrieron a la tumba y también la encontraron vacía, dándose cuenta de que Jesús había resucitado como había prometido.
Este documento discute la creencia en la resurrección de los muertos. Señala que algunas encuestas sugieren que un porcentaje de católicos no creen en la resurrección, lo que el autor considera grave. Argumenta que creer en la resurrección es confiar en la promesa de Jesús de resucitarnos, y que Dios tiene el poder de reconstruir lo que parece imposible para los humanos.
1) Dos discípulos iban caminando tristes hacia un pueblo llamado Emaús después de la crucifixión de Jesús, cuando se les unió un desconocido que les explicó que Jesús tenía que morir para entrar en su gloria.
2) Al llegar a Emaús, Jesús fingió seguir de largo pero los discípulos le rogaron que se quedara con ellos. Jesús tomó pan, lo bendijo y se les reveló.
3) Los discípulos regresaron a Jerusalén para contar a los demás que habían v
El documento habla sobre el misterio de la Santísima Trinidad. Explica que aunque es difícil de comprender, la Trinidad nos enseña la importancia de la unidad y la comunión. También menciona que Dios se manifestó de diversas maneras a través de la historia para acercarse a la humanidad como Padre, Hijo y Espíritu Santo. El documento concluye que aunque Dios esté cerca, debemos darnos cuenta de su presencia para no pasarla por alto.
El documento habla sobre la importancia de recordar el nacimiento de Jesús durante todo el año y dejar que su luz guíe nuestras vidas personales y sociales. También menciona que debemos buscar a Dios a pesar de las dificultades, así como cuidar a Jesús que ha nacido entre nosotros cambiando aquello que necesitemos para que Él se manifieste.
El documento habla sobre la preparación para la venida de Cristo durante el tiempo de Adviento. Insta a los fieles a estar despiertos y receptivos a la llegada de Jesús, ya sea en su nacimiento, en los sacramentos o en su segunda venida. También los anima a mantener la esperanza a pesar de los problemas en el mundo, confiando en que Cristo traerá salvación.
GUIÓN DE LA MISA DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN. CICLO A. DIA 16 DE ABRIL DEL 2017federico almenara ramirez
Este documento describe la misa del Domingo de Pascua. Incluye lecturas bíblicas, oraciones y cánticos que celebran la resurrección de Jesús. La homilía enfatiza que Jesús resucitó y que ahora debemos vivir como hijos de Dios y dar testimonio de su amor.
El documento habla sobre la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi). Resalta que en la Eucaristía Dios está presente y que los cristianos no deben encerrar su fe entre las cuatro paredes de un templo, sino llevarla a las calles y a las personas necesitadas. También reflexiona sobre cómo vivir la fe católica de manera pública.
Este documento es una guía para una celebración religiosa del Día de Todos los Difuntos. Incluye lecturas y oraciones que recuerdan a los fieles difuntos y enfatizan la esperanza cristiana de la vida eterna a través de la resurrección de Jesús. El documento conduce a los asistentes a recordar a sus seres queridos fallecidos, meditar sobre el significado de la muerte a la luz de la pasión de Cristo, y orar con confianza en la misericordia de Dios.
El documento habla sobre la importancia de permanecer unido a Jesús para dar frutos abundantes. Explica que sin la unión con Cristo, como una vid con sus sarmientos, los cristianos no podrán dar frutos y sus vidas carecerán de significado y propósito. También advierte sobre los peligros de alejarse de Dios y vivir sin sus principios, lo que lleva al fracaso y la esterilidad. En resumen, la unión con Jesús es fundamental para que los cristianos puedan vivir plenamente y compartir los ide
Este documento presenta tres párrafos de un sermón pronunciado en una parroquia española. El sermón habla sobre la importancia de la parroquia local como lugar donde los fieles se encuentran con Dios y su gracia, y como lugar para ayudar a los necesitados. También anima a los fieles a colaborar con su iglesia diocesana a través de la oración y el servicio para llevar la luz de Dios a otros.
El documento discute cómo a pesar de los avances materiales, la humanidad a menudo se siente insatisfecha y sin sentido en la vida. Sugieren que la respuesta es encontrar a Dios a través de Jesucristo, y vivir en el amor como Él nos amó.
El documento habla sobre la importancia del Espíritu Santo para la expansión del evangelio y la defensa de las primeras comunidades cristianas ante las dificultades. El Espíritu Santo fue y sigue siendo el acompañante y defensor de los colaboradores de Cristo en su misión de predicar el evangelio por el mundo. También es necesario para la unidad de la iglesia y la guía hacia buenos resultados evangelizadores.
El documento habla sobre el camino que los creyentes deben seguir para conocer a Jesús a través de la lectura del Evangelio domingo tras domingo. Insta a los fieles a descubrir la alegría de ser bautizados y a estar dispuestos a conocer dónde vive Jesús no solo a través de la acumulación de misas sino mediante la oración, el silencio y la contemplación. Finalmente, anima a dejar espacio para Dios cuando se entra a la iglesia y a preguntarle dónde vive.
El documento habla sobre la fe de los cristianos en la resurrección de Jesús a pesar de vivir en tiempos de incredulidad. También reflexiona sobre la necesidad de transmitir esta fe a otros con valentía y entusiasmo, manteniendo las puertas abiertas y sin miedo a confesar públicamente la creencia en Jesús resucitado.
El documento habla sobre la resurrección de Jesús y su significado para los cristianos. Explica que Jesús resucitó al tercer día para dar vida eterna a sus hijos. También dice que con la resurrección, Jesús venció a la muerte y abrió el camino para que los creyentes también resuciten.
Este documento habla sobre la vocación cristiana y el llamado de Jesús a seguirlo. Señala que Jesús nos invita a dejar de lado nuestras preocupaciones mundanas para cultivar nuestra vida espiritual y participar en la Iglesia. También nos exhorta a detenernos a revisar nuestro camino y asegurarnos de estar siguiendo a Jesús. Finalmente, pide que confiemos en Jesús como lo hizo Pedro y que respondamos a su llamado para ser sus testigos.
GUIÓN DE LAS CELEBRACIÓN DEL MIERCOLES DE CENIZA. CICLO C. DIA 10 DE FEBRERO ...federico almenara ramirez
La Cuaresma es un tiempo de 40 días para prepararnos espiritualmente para la Pascua a través de la oración, el ayuno y la limosna. El documento invita a los creyentes a iniciar este camino cuaresmal con actitud de conversión, abriéndonos a la novedad de Dios y viviendo como discípulos de Jesús con fe, esperanza y amor.
El documento habla sobre el Bautismo de Jesús. Describe cómo Jesús inició su misión y andadura tras ser bautizado, con el objetivo de enseñar el camino de la vida y el amor de Dios. También menciona que Jesús se comprometió plenamente con la tarea que Dios le encomendó de llevar esperanza e ilusión a los que la han perdido.
Este documento ofrece un resumen de tres capítulos del libro "Voces de Dios a tu corazón". El primer capítulo argumenta que la vida tiene sentido cuando se vive con Dios cada día y se alimenta de su Palabra. El segundo capítulo invita al lector a vivir el presente con Dios y reconocer su presencia en la vida cotidiana. El tercer capítulo explica que Jesús ofrece una paz verdadera y duradera, diferente a la paz temporal del mundo.
El documento habla sobre la historia sagrada de Dios eligiendo un pueblo para congregar a todos los demás y prometiendo un Mesías para liberar del pecado. Jesús nació como hijo de María para la salvación de la humanidad y espera que todos los hombres formen un solo cuerpo. También exhorta a profundizar en el estudio de las Escrituras para descubrir las maravillas de Dios y alabarlo.
AMEN
CATEQUISTA: EL SEÑOR
ESTÉ CON USTEDES
ASISTENTE: Y CON TU
ESPIRITU
CATEQUISTA: LEVANTEMOS
EL CORAZÓN
ASISTENTE: LO TENEMOS
PUESTO EN EL SEÑOR
CATEQUISTA: DEMOS
GRACIAS AL SEÑOR
NUESTRO DIOS
ASISTENTE: ES JUSTO Y
NECESARIO
CATEQUISTA: ES
VERDADERAMENTE JUSTO Y
SALUDABLE, DARTE
Este documento describe el esquema de una celebración religiosa de Adviento que incluye lecturas bíblicas, cánticos, oraciones, examen de conciencia, confesión y absolución de pecados, y bendición final. La celebración tiene como objetivo preparar los corazones de los participantes para recibir a Cristo y pedir su perdón y misericordia.
[1] Esta misa final de catequesis celebra la fiesta de Jesús y su invitación a ser sus amigos. [2] La misa incluye oraciones, lecturas, cánticos y la consagración de la eucaristía. [3] El objetivo es agradecer a Dios por la catequesis, renovar el compromiso de seguir a Jesús, y despedirse hasta el próximo año escolar.
Este documento describe una Hora Santa celebrada el Jueves Santo. Comienza con la procesión del Santísimo Sacramento al monumento, seguida de oración en silencio. Luego se lee un pasaje del Evangelio de Juan sobre Jesús como el camino, la verdad y la vida, y se ofrece tiempo para la meditación. La celebración concluye con acción de gracias y retiro del Santísimo Sacramento del monumento.
Este documento presenta las partes de una celebración de fin de año. Incluye una introducción sobre reunirse en oración para marcar el paso del tiempo. Luego presenta lecturas bíblicas, la encendida de un cirio con una oración, y tres secciones sobre actitudes ante el fin de año: alegría y agradecimiento con perdón, gemir con el Espíritu por el mal en el mundo, y mantener la esperanza. Termina con un decálogo para empezar el nuevo año enfocándose en vivir el presente.
El documento habla sobre el amor de Cristo y cómo Pablo consideró todo conocimiento inferior a este amor. Pablo recibió este conocimiento directamente de Jesús y lo proclamó al mundo. Al leer las cartas de Pablo, podemos profundizar en este amor más allá del conocimiento e identificarnos con un Cristo vivo que nos llama a ser testigos suyos a través de nuestra vida diaria y testimonio.
Este documento presenta la homilía de un sacerdote para el quinto domingo de Pascua. La homilía enfatiza la importancia de permanecer unidos a Cristo para dar frutos y advierte que sin Cristo no podemos hacer nada. También destaca la necesidad de que nuestras obras demuestren nuestro amor, no solo nuestras palabras.
Este documento describe la celebración del sacramento de la Confirmación en la Parroquia de San Diego en Madrid. Un grupo de jóvenes recibirá la Confirmación de manos del Vicario Episcopal D. Pablo González. Se presenta a los confirmandos y uno de ellos da unas palabras en nombre de todos expresando su deseo de recibir la Confirmación para fortalecer su fe y unirse a Jesús a través de la oración.
El documento contiene oraciones, lecturas y canciones cristianas que alaban a Dios y a Jesucristo. Se habla de la palabra de Dios, la necesidad de renovarse a través de Jesús, y se incluyen el Padre Nuestro y el Credo de los Apóstoles. El documento parece ser el texto de una misa o servicio religioso cristiano.
GUIÓN SIN CANCIONES DE LA EUCARISTIA DEL DOMINGO III DE PASCIA. CICLO B. DIA ...FEDERICO ALMENARA CHECA
El documento describe una misa celebrada el tercer domingo de Pascua. Incluye las lecturas bíblicas, oraciones y homilía sobre el mensaje de paz y perdón de Jesús resucitado. La misa concluye con la comunión y una bendición para llevar la luz y alegría de la resurrección al mundo.
El documento habla sobre la necesidad de conocer verdaderamente a Jesús y no solo tener conceptos sobre él. Jesús vino para estar con nosotros y mostrarnos su amor a través de su entrega, no para quedarse en el pesebre. Debemos buscar a Dios con sinceridad para conocerlo en nuestro interior y así amarlo y servirlo en todo lo que hacemos.
HOJA DOMINICAL DE CATEQUESIS. DOMINGO 1º DE CUARESMA. CICLO A. DIA 5 DE MARZO...federico almenara ramirez
El documento presenta un resumen de las lecturas y enseñanzas de la misa del primer domingo de Cuaresma. Se destaca que Jesús ayunó durante 40 días y fue tentado por el demonio, pero resistió las tentaciones apoyándose en las Escrituras. También se explican los significados y símbolos de la Cuaresma como la ceniza, el ayuno, la oración y la limosna, que nos invitan a la reflexión y conversión. El objetivo del ciclo de Cuaresma es caminar hacia la Pascua apoyándonos en Dios y
El resumen proporciona la información fundamental del documento en 3 oraciones:
El documento presenta un análisis de 2 Corintios 13:1-14 donde Pablo advierte a los creyentes, les desea paz y gozo, y concluye con una doxología a Dios. También incluye un artículo sobre Jesucristo como el piloto que guía a los creyentes al puerto celestial. Finalmente, contiene citas y versículos para memorizar.
GUIÓN DE LA EUCARISTIA DE LA MISA DE NIÑOS DEL DOMINGO 6º DE PASCUA. DIA 21 D...federico almenara ramirez
Este documento resume una misa celebrada el 21 de mayo de 2017 en la Parroquia de San Diego en Madrid. La misa celebra el Día del Enfermo y se centra en renovar el compromiso bautismal de los fieles de dar frutos de amor al prójimo. La misa incluye lecturas, oraciones y sugerencias para la predicación que enfatizan el mandamiento de Jesús de amar al prójimo como a uno mismo.
La celebración incluye una monición de entrada, canto, oración, lecturas bíblicas, examen, silencio, peticiones de perdón, confesión individual, Padre Nuestro, oración final y bendición. El objetivo es preparar el corazón para acoger a Cristo y reconocerse como pecadores necesitados de su perdón y misericordia.
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docxSantosGuidoRodrguez
En este pequeño documento recopilamos las principales oraciones de la iglesia católica para estudiarlas y tenerlas en un solo archivo listo para imprimir.
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfadyesp
El piadoso Lucas era antioqueño por nacimiento y por oficio médico y en la sabiduría helénica fue un grande erudito, así como en la ordenanza judía iba sobrado. Luego cuando había resucitado Cristo de entre los muertos, él junto con Cleofás iba de camino a Emaús y se encontraron con Jesús. Mas tarde Lucas se convirtió en compañero de viaje y seguidor del maravilloso apóstol Pablo, y solo quince años después de la ascensión de Cristo, san Lucas escribió Su evangelio con todo detalle.
1. PALABRA
en carne VIVA
Penitencia Cuaresmal
Joel, 2, 12-18;
Sal. 50;
2Cor. 3, 20-6, 2;
Mt. 6, 1-6.16-18
Hoy es miércoles de ceniza. No descubro nada nuevo. Iniciamos la cuaresma,
cuarenta días que nos conducen a la celebración del Triduo Pascual de la pasión, muerte
y resurrección del Señor. Decir miércoles de ceniza nos recuerda un rito, el de la
imposición de la ceniza, y otros muchos signos externos nos están diciendo que
comenzamos un tiempo litúrgico nuevo: el color de los ornamentos litúrgicos, la ausencia
de ornamentación floral en torno al altar, la ausencia del aleluya o el himno del gloria en
la celebración litúrgica... Pero, ¿sólo eso nos hará la Cuaresma?
Nos conviene detenernos un momento y hacernos una reflexión que nos ayude a
comprender mejor su sentido y nos impulse a vivir este tiempo de gracia. Ya nos lo ha
dicho la Palabra de Dios proclamada. ‘Ahora es el tiempo de la gracia; ahora es el día de la
salvación’, que nos decía san Pablo en la carta a los Corintios. Pero también el profeta nos
ha convocado al sonido de la trompeta para que nos congreguemos en este tiempo y
escuchemos la invitación que de parte del Señor nos hace a la conversión.
Jesús en el evangelio, describe tres aspectos de la vida de un creyente que se puede
decir que abarcan las tres direcciones de cada persona: para con Dios (oración), para con
el prójimo (limosna) y para consigo mismo (ayuno). En las tres, el discípulo de Jesús tiene
que profundizar, no quedarse en lo exterior, sino situarse delante de Dios Padre, que es el
que nos conoce hasta lo más profundo del ser, sin buscar premios o aplausos aquí abajo.
Estos tres aspectos los debemos intensificar en Cuaresma:
El ayuno: debe conducimos a vivir con austeridad. Debemos abstenemos de
muchas cosas superfluas, como el pasar horas ante el televisor, para centramos en lo que
es fundamental en nuestras vidas.
La limosna: Siempre hay alguien que lo pasa peor que nosotros. Siempre, pues,
podemos practicar un poco de solidaridad. No sólo compartiendo nuestro dinero, sino
también nuestro tiempo y poniendo nuestras cualidades al servicio de los demás, sin
espera nada a cambio.
La oración: Siempre debemos sentimos pobres e indigentes criaturas y necesitamos
reconocer que Dios es el único Señor de nuestra vida y nuestra historia. Y eso se consigue
con la oración.
Este camino, con este equipaje, vamos a hacerlo desde lo más profundo de nuestro
corazón. No importa que nadie lo note o lo vea. Como nos dice Jesús ‘tu Padre que ve en lo
escondido te lo pagará, re recompensará’.
Vamos a dejar que caiga la ceniza sobre nuestra frente escuchando en las palabras
del Sacerdote esa invitación del Señor que nos recuerda lo poca cosa que somos, ¿unas
cenizas?, pero sobre todo la invitación a cambiar nuestra vida para vivir más
intensamente según el evangelio de Jesús. Que este momento de la imposición de la
ceniza lo vivamos con intensidad sintiendo, repito, esa llamada del Señor en nuestro
corazón.
No nos quedaremos en cosas externas. Los signos de la liturgia tienen que
ayudarnos a darle esa profundidad y esa intensidad. Toda la celebración tiene que ser esa
llamada del Señor, como escuchábamos en el profeta. Nos sentimos congregados en el
Señor para ser por El santificados. Dejemos que esa gracia santificadora llegue a nuestra
alma. Como nos decía san Pablo: ‘Os lo pedimos por Cristo: dejaos reconciliar con Dios… os
exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios’.
Te deseo una Santa y Fecunda Cuaresma. José Gabriel.
Miércoles
de Ceniza (A)
2. PALABRA
en carne VIVA
“No solo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
Gén. 2, 7-9; 3, 1-7;
Sal. 50;
Rom. 5, 12-19;
Mt. 4, 1-11
Hay hombres que tienen muchas posesiones y se afanan por poseer cada vez
más; pero parece que ignoran que su esposa y sus hijos son personas a las que tienen
que dedicarles su tiempo y su amor. Y así hay esposas que se sienten en amarga
soledad y hay hijos de ricos que, sin la debida atención paterna, andan por la calle en
busca de drogas. Es que los muchos apartamentos y los chalets no son los que hacen
feliz a una familia.
Como dice Jesús en el Evangelio, no sólo de pan vive el hombre. Está claro que
necesitamos tener cosas; pero eso no basta. Podemos tener el estómago satisfecho y
llena la cartera, y tener el corazón hambriento y vacío. Los deseos de nuestro corazón
no se satisfacen con propiedades y libretas en el banco. Para sentirnos satisfechos
necesitamos amar y ser amados, ser tratados como personas; necesitamos vivir los
valores cristianos, necesitamos fe y esperanza, necesitamos de todo eso de que nos
habla la palabra de Dios, que debemos escuchar y cumplir. ¡Qué distinto sería el
mundo si la escucháramos y la cumpliéramos!
La Palabra de Dios busca nuestro bien, no sólo para el otro mundo sino también
para este. En este mundo ni sufriríamos tanto ni haríamos sufrir tanto a los demás, si
la escucháramos y cumpliéramos.
ORACIÓN
Mi orgullo, Señor, no me deja ver la verdad:
me creo bueno, leal, maduro...
Pero si ahondo humildemente en mi interior... descubro:
ausencia de obras a favor de tu Reino,
y presencia de obras de mal, de pecado.
Hoy te pido, Señor, tomar conciencia de:
mis tentaciones, mis inclinaciones al mal,
mis actitudes viciadas, mis limitaciones morales.
Que sienta, Señor, la verdad de mi vida;
que no me engañe la buena opinión que tengo de mi mismo;
que sea consciente de mi fragilidad moral;
que tu amor destape las trampas de mi egoísmo.
¿Cuáles son, Señor, mis tentaciones?
¿Afán de tener cosas, acumular bienes?
¿Busco el dominar a los demás?
¿Están de acuerdo mis objetivos vitales con tu Reino?
Mira conmigo, Señor Jesús, mis inclinaciones torcidas.
Ven, Señor, a contemplar mi vida y que yo la contemple contigo.
Amén.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fecunda Primera Semana de Cuaresma.
José Gabriel.
1 Domingo
de Cuaresma (A)
3. PALABRA
en carne VIVA
“Este es mi Hijo,
el amado,
mi Predilecto.
Escuchadle.”
Gén. 12, 1-4;
Sal. 32;
2Tim. 1, 8-10;
Mt. 17, 1-9
Estamos bombardeados de palabras. Unos nos dicen una cosa, otros nos dicen
otra. ¿A quién hacer caso? Dios, cuando quiso damos a entender cuánto nos quiere,
nos presentó a Jesús diciendo: «Este es mi hijo, el Amado, mi predilecto. Escuchadle»
(Mt 17,5). Es como si dijera: Jesús es mi palabra.
En efecto; Jesús es la palabra de Dios. Hay quien dice y no hace. Jesús hace lo
que dice. Jesús es la palabra que vale la pena seguir. Mientras otras palabras tratan
de vendernos algo, de conseguir nuestro voto, nuestro dinero o nuestro aplauso, Jesús
vino ofreciéndosenos gratuitamente para que tengamos vida eterna.
Jesús a veces nos desconcierta porque nos habla de que carguemos con nuestra
cruz. Jesús nos habla de que carguemos con nuestra cruz, porque el que ama de
verdad tiene que sufrir. En el monte Tabor, durante un instante, su rostro
resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. Jesús,
mostrando su gloria en el Tabor, quiso dar ánimos a los tres Apóstoles: Pedro,
Santiago y Juan, que le iban a ver sudar sangre en Getsemaní, y darnos ánimos a
nosotros, mostrándonos la gloria que vamos a encontrar al otro lado, mostrándonos
que hay un Padre que nos ama y que hay una vida después de la muerte. Jesús
venció el dolor y la muerte. Y en El está la esperanza de que también nosotros
exclamemos un día en el cielo: ¡Qué bien se está aquí, Señor!
ORACIÓN
Señor, tú reuniste a Pedro, Santiago y Juan,
que no acababan de entender
tu camino de Mesías.
Subiste con ellos “a la montaña”,
donde se hace cercano el misterio.
Allí oyeron la voz del Padre,
reconociéndote a ti,
Cristo Jesús, como el “Hijo amado”.
Empezaron entonces a vislumbrar
el sentido de tu vida,
sintieron dentro deseos de escucharte,
de seguirte.
“¡Qué hermoso es estar aquí!”, gritó Pedro.
Es que no hay otro camino
para recobrar la alegría profunda,
el amor limpio y el compromiso por la paz,
el esfuerzo por la justicia
y el respeto para todos.
¡También nosotros, Señor, necesitamos reunirnos contigo! Amén.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fecunda Segunda Semana de Cuaresma.
José Gabriel.
2 Domingo
de Cuaresma (A)
4. PALABRA
en carne VIVA
“Señor, tú eres de verdad el Salvador
del mundo; dame de esa agua viva;
así no tendré más sed”
Ex. 17, 3-7;
Sal. 94;
Rm. 5, 1-2. 5-8;
Jn. 4, 5-42
En los tiempos modernos hay muchos adelantos y el nivel de vida ha mejorado.
Sin embargo, no somos felices a pesar de tanto adelanto y a pesar del consumismo. La
felicidad es el agua viva de la que nos habla el Evangelio de hoy. La verdad es que
todos los seres vivientes tenemos sed de felicidad. Y en los ojos de todo ser humano
hay sed de felicidad. La hay en las pupilas de los hombres de todas las razas, en las
miradas de los niños y de los ancianos, de las madres y de la mujer enamorada. La
hay en cualquier persona. Por la felicidad se cometen todos los crímenes, se pelea en
todas las guerras y se aman y se odian los hombres. Todo lo que hacemos, aunque sea
pecando, es en busca de la felicidad. Lo que sucede es que, cuando pecamos, la
buscamos donde no está.
¿Dónde encontrar la felicidad? Sólo la encontraremos en Dios. El cielo es
nuestra meta. A lo largo de los siglos, por distintos caminos de Europa, miles y miles
de peregrinos llegaron a Compostela. Y las huellas de sus dedos quedaron grabadas
en el Pórtico de la Gloria. Habían llegado a su meta. Pues bien, todos somos
peregrinos que vamos caminando a la eternidad. Millones lo han hecho antes de
nosotros, lo hacen con nosotros y lo harán después de nosotros. Y debemos afanarnos
por llegar a nuestra meta, que es el cielo. El cielo es la verdadera felicidad. Si no
hubiera cielo, todo al final no sería más que una historia de fracasos. Pero no nos
engañemos. No todos los caminos nos llevan al cielo. Sólo hay un camino. Y es el que
Jesús nos señala en el Evangelio.
ORACIÓN
Acércate, Señor Jesús, a mi historia,
como lo hiciste con la Samaritana
y pídeme que te dé de beber.
Como aquella mujer, necesito otra agua.
Mi corazón desea tener
un surtidor vivo de coraje dulce,
de alegría que haga frente a tanta tristeza,
de amor que no se canse nunca,
de justicia que exija bienestar para todos,
de compañía fiel a los enfermos,
de vigor que sostenga a los ancianos,
de ternura y comprensión para los niños,
de ilusión y fortaleza para los jóvenes.
Acércate, Señor, a mi historia,
pídeme de beber y entrégame
tu Espíritu de vida eterna, definitiva.
Amén.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fecunda Segunda Semana de Cuaresma.
José Gabriel.
3 Domingo
de Cuaresma (A)
5. PALABRA
en carne VIVA
“El ciego vio la luz
y se le abrieron los ojos a la fe.”
1Sam. 16, 1.6-7.10-13;
Sal. 22;
Ef. 5, 8-14;
Jn. 9, 1-41
¡Qué importante es la luz! Gradas a la luz, cada mañana, al despertar, podemos
ver las plantas, las flores, los rostros de los seres queridos y tantas cosas. El Evangelio
de hoy nos habla de un ciego de nacimiento que gracias a Jesús pudo ver el color, la
maravilla del paisaje y la presencia de cosas de las que antes no tenia ni idea. Hay
muchas clases de ciegos. Sobre ellos nos llama la atención la palabra de Dios.
Son ciegos los que se dejan llevar por las apariencias. Las apariencias engañan.
Es en el corazón donde se fabrican las buenas o malas acciones. Dios se fija en el
corazón, porque el corazón es lo que importa.
Son ciegos los que no se fían de la palabra de Dios. Son ciegos los que se creen
superiores a los demás. No pueden aceptar la verdad que viene de los labios de quien
desprecian. Les ciega el orgullo, el egoísmo y la soberbia.
Son ciegos los que no quieren ver. Dicen que no hay peor ciego que el que no
quiere ver. Cuando, ante una injusticia clara, yo hago como que no me entero y me
callo cobardemente, soy un ciego; cuando ante una necesidad hago como que no la
veo, entonces soy ciego; cuando estoy viviendo de espaldas a Dios y al prójimo y no
quiero pensar en ello para no cambiar, entonces soy un ciego que se pone así mismo
una venda en los ojos.
Cristo es la luz del mundo. Que El nos ilumine para que sepamos ver la imagen
de Dios que hay en cada persona, en cada hermano, para ser solidarios con ellos.
ORACIÓN
Señor Jesús:
“Creer en el Hijo del Hombre” es:
fiarnos de ti, Cristo nuestro;
fiarnos de que tu vida es la única vida auténticamente humana;
fiarnos de que el Padre Dios es también Padre nuestro;
fiarnos de que toda persona es hermana nuestra.
fiamos de que en todo corazón humano está tu Espíritu.
Tú venerabas en cada ser humano unos valores singulares:
la capacidad de amor, la libertad, el ser hijos de Dios.
Tú, Cristo nuestro, tenías una mirada luminosa en el corazón:
veías más lo bueno;
despertabas lo mejor de cada conciencia;
comprendías y perdonabas los errores;
llamabas al cambio, a la conversión.
Danos, Cristo nuestro, tu mirada luminosa.
Cura nuestra ceguera y alumbra tú nuestra vida.
Ayúdanos, Dios nuestro, a “creer en el Hijo del Hombre”.
Amén.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fecunda Cuarta Semana de Cuaresma.
José Gabriel.
4 Domingo
de Cuaresma (A)
6. PALABRA
en carne VIVA
“Yo soy la Resurrección y la Vida,
-dice el Señor-.
El que cree en mi no morirá
para siempre.”
Ez. 37, 12-14;
Sal. 129;
Rom. 8, 8-11;
Jn. 11, 1-45
Ante los sufrimientos que hay en el mundo podemos preguntarnos por qué
sufrimos. Sufrimos porque luchar para conseguir algo que valga la pena lleva consigo
sacrificios. Por eso se dice que lo que vale mucho, mucho cuesta. Otras veces son
nuestros errores, nuestros vicios y pecados los que, a la corta o a la larga, nos hacen
sufrir a nosotros o a los demás. Y así, por ejemplo, ¡cuánto sufrimiento puede causar
el tabaco, y no digamos el alcohol y otras drogas! Lo que más nos hace sufrir es la
muerte, y ante la muerte podemos preguntamos por qué Dios, siendo tan poderoso y
bueno, no la impide. Esta pregunta es parecida a la que se hicieron los judíos cuando
Jesús se hallaba ante la tumba de su amigo Lázaro. La pregunta era: «Y uno que le ha
abierto los ojos a un ciego, no podía impedir que muriera este?» (Jn 11,37). Jesús no
les contesta; Jesús se echó a llorar.
Es que la muerte es algo muy difícil de comprender. Lo que está claro es que no
puede haber resurrección si no hay muerte; como no puede haber una espiga si antes
no se entierra el grano. La muerte es muy difícil de comprender; pero no es extraño
que, si Jesús murió para resucitar, también nosotros tengamos que morir para
resucitar como El. Y El ha dicho: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mi no
morirá para siempre» (Jn 11,25).
ORACIÓN
Caminemos hacia la Pascua;
caminemos hacia la resurrección y la vida.
Sintamos esa llamada
que el Señor nos hace
para salir de la tumba de muerte de nuestro pecado
y comenzar a vivir su vida,
la vida nueva de la gracia y de la santidad.
Dejémonos iluminar por su luz,
bebamos de la fuente de agua viva que es Él,
y dejémonos transfigurar
por su presencia y su gracia.
Aprendamos a vivir como resucitados,
porque ya Cristo está realizando
esa resurrección en nuestra vida.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fecunda Cuarta Semana de Cuaresma.
José Gabriel.
5 Domingo
de Cuaresma (A)
7. PALABRA
en carne VIVA
“Bendito el que viene
en nombre del Señor”
Mt. 21, 1-11;
Is. 50, 4-7;
Sal. 21;
Filp. 2, 6-11;
Mt. 26, 14-27, 66
Cuando Jesús se dirige triunfalmente hacia Jerusalén, las gentes repiten las
aclamaciones con las que la ciudad solía acoger a los peregrinos que llegaban a sus
puertas:
“Bendito el que viene en nombre del Señor”. Decían más de lo que sabían.
Jesús era en verdad el enviado por Dios. Con este grito se acogía al peregrino por
excelencia. El no venía a buscar la santidad a su ciudad, sino que le ofrecía el
verdadero camino para la santidad.
“Bendito el que viene en nombre del Señor”. Esta aclamación, dirigida a
Jesús, distingue a los cristianos de todos los demás creyentes. En todas las religiones
hay un atisbo del Absoluto. Pero reconocer a Jesús como “el enviado” de Dios es la
clave de la fe cristiana.
“Bendito el que viene en nombre del Señor”. Con todo, el cristiano ha
recibido la luz para reconocer en cada ser humano que encuentra en el camino, a
alguien que viene a él, en nombre de Dios. Acoger al enviado es un signo de la fe que
nos une al que lo envía.
Señor Jesús, tú vienes a nosotros como mensajero de la paz. Que tu visita no
nos pase inadvertida. Que sea para nosotros un signo de gracia y de esperanza. Amén.
ORACIÓN
Señor,
hoy iniciamos esta semana solemne
de celebraciones:
Tu entrada valiente en Jerusalén,
la entrega de tu amor y de tu vida,
pasión, muerte y sepultura,
consecuencia de tu vida humana y conflictiva.
Tu resurrección, triunfo del amor y de la vida,
sentido de la historia.
Ayúdanos, Cristo de la Semana Santa:
a dar hoy un aplauso a tu audacia
de profeta humilde que vienes a nuestra vida,
a profundizar en el “lavatorio” y la “cena”,
a asumir la conflictividad
de la existencia por tu reino,
a vivir ya resucitados contigo,
vida y esperanza nuestra.
Amén.
Te deseo una Feliz, Pacífica, Fecunda y Santa Semana Santa.
José Gabriel.
Domingo
de Ramos (A)
8. PALABRA
en carne VIVA
“Haced esto en memoria mía”
Ex. 12, 1-8.11-14;
Sal. 115;
1Cor. 11.23-26;
Jn. 13, 1-15
Jueves Santo, Cena del Señor. La liturgia de hoy destaca el sacramento de la
Eucaristía, el ministerio sacerdotal como servicio a la comunidad y la fraternidad. En
la cena festiva, el ambiente estaba impregnado por el recuerdo alegre y confiado de la
liberación, que tuvo siempre una eficacia esperanzadora en épocas difíciles. Dios
conduce a su pueblo hacia la libertad plena.
Haced esto en memoria mía: Este mandamiento del Señor es verdaderamente
sagrado para los seguidores de Jesús. La experiencia comunitaria vivida originalmente
por los discípulos se convierte en algo posible en todos los tiempos para los cristianos.
Se trata de entrar en el destino histórico de Jesús, que es la historia misma de Dios,
su Reino, que acontece definitivamente en la manifestación suprema del amor.
Cuando había llegado la hora, en el momento en que su misión termina, Jesús quiere
demostrar su compromiso definitivo con la humanidad por medio del servicio. Hacer
memoria de Jesús significa seguirle, viviendo a su estilo y buscando su causa.
Yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies; también vosotros debéis lavaros
los pies los unos a los otros. La medida de nuestro amor a los demás es la medida en
que Jesús nos ha amado y esto que parece imposible, se puede hacer realidad si nos
identificamos con él. Deberíamos poder decir como Pablo: No soy yo quien vive, sino
Cristo quien vive en mí (Gal 2,20).
Hoy es la fiesta de los ministros en la Iglesia. Es el día de recordar el espíritu del
Señor en el servicio. El no vino para ser servido sino para servir. Una Iglesia pobre,
que sirve, estará siempre cerca de los que aspiran a una liberación material y
espiritual, de los que han emprendido el camino del éxodo. Sintámonos servidos por
Jesús y dispongámonos a servir a quienes nos rodean.
Jueves Santo. Amor en delantal, amor en acción, amor para siempre.
Te deseo un Buen inicio del Triduo Pascual.
José Gabriel.
Jueves Santo (A)
9. PALABRA
en carne VIVA
“A la sombra de la Cruz de Cristo”
Is. 52, 13-53, 12;
Sal. 30;
Hebreos, 4, 14-16; 5, 7-9;
Jn. 18, 1-19, 42
El Viernes Santo es el día en que conmemoramos la pasión y muerte del señor.
El Evangelio de Juan nos presenta su pasión como un gran escenario en el que se
desarrolla una gran pieza de teatro. Jesús, silente, sereno, digno, respetuoso; Pilato,
poderoso, prepotente, torpe, vacilante y político oportunista. Hoy es un buen día para
la interiorización, la oración tranquila y el silencio significativo. Mirando al crucificado,
descubramos el amor de Dios por nosotros. Decidamos seguir a Jesús, vivir realmente
nuestro bautismo. Él lo ha hecho todo por nosotros, ¿qué hacemos nosotros por
nuestros hermanos y hermanas? No juzguemos a los demás, ni siquiera a Pilato o a
Judas o a los judíos… no condenemos a los bandidos, no olvidemos las palabras de
Jesús en la Cruz: Perdónalos pues no saben lo que hacen… Hoy mismo estarás
conmigo en el paraíso… a nosotros lo que se nos pide es amar a nuestros hermanos,
no juzgar ni condenar… eso es lo que Jesús nos enseña… Viernes Santo… silencio y
paz…
A la sombra de la Cruz de Cristo nos ponemos hoy. Para que su gracia nos
alcance, nos inunde. Y desde el pie de la cruz, con los brazos extendidos al cielo, como
los tiene Jesús clavados al madero queremos elevar nuestra oración a Dios por toda la
humanidad, por la Iglesia, por todos para que en verdad llegue el momento en que
todos sepamos reconocerlo como Rey y Señor.
Al pie de la cruz queremos confesar con humildad, pero con valentía y amor
nuestra fe. ‘Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote
grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, el Hijo de Dios’, que nos decía la carta a los
Hebreos. Confesar, sí, valientemente nuestra fe. Que no decaiga nuestro testimonio.
Que brille clara la luz de nuestra fe ante un mundo a oscuras y lleno de dolor.
Y manifestemos también nuestra fe por las obras de nuestro amor, ese amor con
el que sepamos estar al lado de todos los que sufren; ese amor que haga despertar un
rayo de esperanza para todos porque para todos hay salvación, porque todos ha
muerto Jesús en la cruz. La cruz de Jesús tiene que brillar como un potente faro de
luz que nos haga caminar a todos por senderos de amor y de paz, por senderos que
nos lleven a Dios.
Te dejo a la sombra de la Cruz de Cristo, en la certeza de que “a quien buen
árbol se arrima, buen sombra le cobija”.
Viernes Santo (A)
10. PALABRA
en carne VIVA
“En silencio y soledad con María”
La Iglesia no celebra ningún
sacramente en este día. Ayer vivimos su
pasión y su muerte y hoy le acompañamos en
su sepulcro en oración y ayuno.
Hoy, Jesús está en el sepulcro. Dios
guarda silencio, un silencio que aguarda
esperanza. Hoy es un día de admiración, de
contemplación. La Iglesia permanece en vela
esperando la victoria sobre la muerte. María
nos acompaña, es la Madre de la esperanza,
vamos a acompañarla en su soledad y juntos
esperaremos el regreso de su Hijo.
Estamos destinados a vivir cada día
una pasión, una muerte y una resurrección.
El sábado Santo es un día cargado de
esperanza. Sabemos que Jesús no se quedó
en el sepulcro, él resucitó y eso es lo que nos
aporta la alegría y la esperanza. Por eso, hoy
esperamos la Noche Santa, como cantamos
en el Pregón Pascual, la gran noche en que vivimos la memoria de la resurrección de
Jesús. Así, se instalará la alegría y el gozo de sabernos salvados por la vida, la pasión,
la muerte y la Resurrección de Jesús.
Durante 50 días estaremos celebrando este acontecimiento en nuestra liturgia
eclesial.
VIRGEN MARÍA
Tú ofreces tu rostro sereno y pleno de caridad.
En medio de los mortales
eres fuente viva de esperanza.
En ti hay misericordia, en ti hay piedad.
En ti se une cuánto hay de bondad en las criaturas.
Ruega por nosotros a tu Hijo.
Amén.
Sábado Santo (A)
11. PALABRA
en carne VIVA
«¡Aleluya!»,
«¡Aleluya!»
Hechos, 10, 34.37-43;
Sal. 117;
Col. 3, 1-4;
Jn. 20, 1-9
Después de los sucesos del Calvario, el domingo de Pascua, muy de mañana, unas
mujeres van al sepulcro para honrar su cadáver. También a través de los siglos, hombres y
mujeres vamos a las tumbas de nuestros seres queridos y llevamos unas flores y, lo que es
mejor, rezamos una oración. Pero ellos, los muertos, ni una sola palabra. Guardan silencio,
Fueron las mujeres las primeras testigos de la resurrección de Jesús. Las mujeres,
siempre tan despreciadas. Precisamente, en aquel tiempo, ni siquiera eran admitidas como
testigos. Pero Dios no piensa como los hombres. Dios, a las mujeres, les hizo el honor de ser
las primeras testigos de la resurrección de su Hijo. Un ángel dio a aquellas mujeres la gran
noticia: «El Crucificado no está aquí. Ha resucitado» (Lc 24,6).
Jesús resucitó y nos dio la esperanza de que nosotros también resucitaremos. Nuestra
esperanza se basa en las palabras del mismo Jesús y en el poder y la bondad de Dios.
El poder y la bondad de Dios hacen que el grano de trigo, que muere y es enterrado y
del que al final ni siquiera quedará la cáscara, se transforme en algo mejor, en una espiga.
Pues bien, el poder y la bondad de Dios hacen que nosotros, que morimos y somos enterrados
y de quienes al final ni siquiera quedará un hueso, nos transformemos en algo mejor, en
personas resucitadas, libres ya de las miserias de esta vida. Para Dios, más importantes que
el grano de trigo somos nosotros, sus hijos.
Es por la resurrección por la que debemos vivir nuestra fe con alegría. En tiempo de
Pascua se repite una y otra vez «aleluya», «aleluya», es decir alegría, alegría. No es para menos.
Cristo triunfó sobre la muerte y su victoria es nuestra victoria, ya que esperamos participar en
su gloriosa resurrección.
CREO EN LA RESURRECCIÓN
Porque Cristo resucitó y es el Hijo,
Creemos en el Padre y en los hermanos.
Porque Cristo resucitó y es la Vida.
Creemos en la vida y no en la muerte.
Porque Cristo resucitó y es Palabra.
Creemos en el diálogo y no en el monólogo.
Porque Cristo resucitó y está en el camino.
Creemos en el futuro y no en el miedo.
Porque Cristo resucitó y está en la mesa,
Creemos en la amistad y no en el rechazo.
Porque Cristo resucitó y está en los pobres.
Creemos en la justicia y no en la opresión.
Porque Cristo resucitó y es la paz.
Creemos en la paz y no en la guerra.
Porque Cristo resucitó y está llagado.
Creemos en el amor y no en el odio.
Porque Cristo resucitó y se apareció primero a Magdalena.
Creemos en la mujer explotada y no en el explotador.
Porque Cristo resucitó y se apareció a Pedro.
Creemos en la Iglesia confiada a hombres pecadores.
Porque Cristo resucitó y es perdón.
Creemos en los que salvan y no condenan.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fructífera Pascua de Resurrección. José Gabriel.
Domingo
de Resurrección (A)