La Jornada Mundial de las Misiones de 2015 se centra en el Año de la Vida Consagrada. Todos los cristianos están llamados a ser misioneros, especialmente las personas consagradas que han escuchado la invitación de Jesús a "ir al mundo entero y proclamar el Evangelio". La lectura bíblica describe el mandato de Jesús a sus discípulos para que lleven el mensaje del Evangelio a toda la humanidad y las señales que acompañarán a los creyentes. La reflexión habla de la misión como una
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
Misioneros de la misericordia
1. ORACIÓN MISIONERA 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
La Jornada Mundial de las Misiones de este 2015 tiene como marco el Año de la Vida
Consagrada. Todo cristiano está llamado a ser misionero, cada uno desde la vocación a la que Dios le
llama. Las personas consagradas han escuchado y acogido en su corazón de manera particular la
invitación del Señor: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”. Su vida ya no les pertenece, y solo
tiene sentido si hacen de ella una verdadera ofrenda al Señor y a los hermanos. Hoy oramos por todos
los misioneros que se ponen incondicionalmente al servicio del Pueblo de Dios, para que su fe se
fortalezca y sigan anunciando con alegría el mensaje del Evangelio, y sean en nuestro mundo
“misioneros de la misericordia”.
CANTO
Hasta los confines de la tierra
anunciaremos tu Reino, Señor.
Proclamaremos la Buena Nueva,
testigos somos tú vives hoy.
Mira te llamo por tu nombre,
yo te he elegido, escúchame.
Quiero que lleves mi palabra,
no tengas miedo, ¡sígueme!
LECTURA: Mc 16,15-20
[Jesús] les dijo [a sus discípulos]: Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la
humanidad. Quien crea y se bautice se salvará; quien no crea se condenará. A los creyentes
acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán
serpientes; si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se
sanarán. El Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de
Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba la Palabra con las
señales que la acompañaban.
REFLEXIÓN
“La misión es una pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo. Cuando
nos detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene; y en
ese mismo momento percibimos que ese amor, que nace de su corazón traspasado, se extiende a todo
el Pueblo de Dios y a la humanidad entera. Así redescubrimos que Él nos quiere tomar como
instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado (cf. EG 268) y de todos aquellos que
lo buscan con corazón sincero. En el mandato de Jesús «id» están presentes los escenarios y los
desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos están llamados a
anunciar el Evangelio a través del testimonio de la vida; y de forma especial se pide a los consagrados
que escuchen la voz del Espíritu, que los llama a ir a las grandes periferias de la misión, entre las
personas a las que aún no ha llegado todavía el Evangelio” (Papa Francisco, Mensaje para la Jornada
Mundial de las Misiones 2015, 1b).
CANTO
Hasta los confines de la tierra
anunciaremos tu Reino, Señor.
Proclamaremos la Buena Nueva,
testigos somos tú vives hoy.
Sé sal y luz que alumbre a todos,
camino para el que no ve;
fuente para el que está sediento.
Mi Espíritu derramaré.
COMO UNA BENDICIÓN
¡Señor, dispón de mí según tu voluntad!
Haz que sea pies y manos para los cojos y los mancos,
ojos para los ciegos, oídos para los sordos,
boca y lengua para los mudos, voz para las víctimas de la injusticia.
¡Señor, envíame a los arrozales!
Haz que lleve alimento a los que tienen hambre,
agua a los que tienen sed, medicina a los enfermos,
2. vestido a los desnudos, abrigo a los que tiemblan de frío.
¡Señor, envíame a los caminos desiertos!
Haz que sea una lámpara que ilumine los pasos
de los perdidos en la oscuridad, fuego en la noche,
fuego que caliente a los que entumece el frío.
Haz que sea testigo de la compasión
para aquellos que caminan en su soledad.
Haz que devuelva su dignidad a los oprimidos,
haz que dé la libertad a los abatidos.
¡Señor, envíame a los lugares más remotos!
Haz que lleve la paz a los que viven en discordia,
la serenidad a los que viven en la angustia,
el consuelo a los que sufren, la felicidad a los afligidos,
la suerte a los privados de ella.
¡Señor, hazme como una buena suerte!
Que dé felicidad a todos los desposeídos
que encuentre en mi camino.
Haz que ningún miedo me detenga,
que avance por el océano de la vida
con un corazón de volcán
y dulces manos como las de una madre.
¡Señor, conviérteme en un instrumento disponible para todo!
Que a todos lleve la paz y la alegría de la felicidad.
Mi suerte la pongo en tus manos.
Tú que eres Dios, Amor y Sentido de la vida,
dame la plenitud de tu esperanza
para que en ti y sólo en ti encuentre mi felicidad. Amén.
Joseph Nguyen Công Doan, S.J.
PETICIONES
1. Presentamos como signo una bola del mundo. Por toda la Iglesia, por sus pastores, para que
lleve siempre a cabo el mandato del Señor de ir al mundo entero y anunciar el Evangelio de la
salvación, especialmente a los más pobres. Roguemos al Señor.
2. Presentamos como signo una vela encendida. Por las comunidades contemplativas; que a través
de su vida escondida con Cristo en Dios hagan más fecundo el apostolado de los misioneros y la
misión de la Iglesia. Roguemos al Señor.
3. Presentamos como signo unas sandalias desgastadas. Por todos los misioneros, para que sean
mensajeros de la misericordia de Dios y testigos de su amor en medio de nuestro mundo.
Roguemos al Señor.
4. Presentamos como signo una foto (o cartel) de una familia. Para que en todas las familias
cristianas se viva el amor de Dios, y los padres apoyen y ayuden a sus hijos a descubrir la
vocación a la que Dios les llama. Roguemos al Señor.
5. Presentamos como signo una Biblia. Por todos los miembros de los Institutos seculares,
Sociedades de vida apostólica y nuevas formas de vida consagrada, para que vivan con alegría y
entrega el anuncio del Evangelio en los diferentes ambientes en los que se hallan presentes.
Roguemos al Señor.
6. Presentamos como signo una cruz. Para que los enfermos, unidos a la cruz del Salvador en su
dolor, ofrezcan su sufrimiento por todos los misioneros, especialmente por aquellos que pasan
por momentos de dificultad y viven persecución. Roguemos al Señor.
Padre nuestro...
CANTO
Hasta los confines de la tierra
anunciaremos tu Reino, Señor.
Proclamaremos la Buena Nueva,
testigos somos tú vives hoy.
Y si te olvidas de ti mismo
dando tu vida a los demás,
te envío como mensajero,
mi Amor se manifestará.