Origen e historia de Mesa Bolívar.pptx

Entre la tradición y la historia de Mesa Bolívar.
Tres hitos: 1853, 1893 y 1924 que marcan una sola celebración…
Bienvenidos, a la casa de ustedes.
Así era
Mesa Bolívar
(c. 1930)

Mesa Bolívar fue: Fundada, creada o poblada, ¿ustedes qué opinan?
De acuerdo con el poeta Jerónimo Sabino Fernández (1953):
“No fue fundada Mesa Bolívar el 19 de septiembre de 1853, ni ´Alto de Bolívar´ fue su
primer nombre” (El Nacional, 11 de junio de 1953)
Según la historiadora y ensayista Yolanda Salas de Lecuna (1992):
“Mesa Bolívar no se funda bajo el espíritu colonizador de un ejército español sino bajo la
voluntad política de un grupo de ciudadanos libres inspirados por el ideal bolivariano” (p. 15)
Para el poeta José Gutiérrez Sánchez (1992):
“Si Mesa Bolívar tiene una partida de nacimiento con fecha específica, es falsa” (El Vigilante,
17 de agosto de 1992)
Quien les habla contradiciendo y solicitando una rectificación histórica de la verdadera fecha de creación de la
parroquia, afirmó (1992):
“No importa la fecha, lo grande es poder resaltar la evolución de los pueblos y su
cultura” (El Vigilante, 18 de agosto de 1992)

Honrado por la invitación recibida para esta conversa entre baquianos -no creo que deba llamarse conferencia- sobre
la importancia de las fechas aniversarias que marcan el origen y la historia de Mesa Bolívar.
En primer lugar, debo agradecer al Concejo de Antonio Pinto Salinas por su interés manifiesto que ojala no se quede
en veremos. En segundo lugar, a la señora Migdalia Barillas quien un buen día me contacto y me hizo desempolvar
algunos papeles ya archivados y olvidados en el baúl de los recuerdos, al Ing. Eleider Fernández Gil y a los otros
miembros de los Vasallos de la virgen de Candelaria a quienes conocí en la sede de la Alcaldía en un derecho de
palabra con motivo de buscar apoyo para el centenario de la creación de tan importante Patrimonio Cultural
mesabolivariense.
Aspiro Dios mediante poder cumplir con el cometido y aclarar algunos puntos de interés común que nos han traído
hasta aquí. Siempre es importante cuestionarnos de ¿Dónde venimos para saber a dónde vamos?
Entre las notas y apuntes para la historia de Mesa Bolívar que tomé en 1991 de la documentación que reposa en el
Archivo General del Municipio Tovar (AGMTovar), en el Archivo General del Estado (AGEM) y de las lecturas de todos
estos años. He considerado pertinentes los siguientes puntos:
1.- Una aproximación a la tradición legal (1656 - 1840)
2.- Nuevos caminos, nuevos caseríos y fundación de pueblos.
3.- De la antigua “Tala” al “Alto de Bolívar” a Mesa Bolívar (1840 - 1853)
4.- 1853, año que marcó el inicio para Mesa Bolívar.
5.- 1893, creación la parroquia Mesa Bolívar.
6.- Propuestas para los aniversarios que se avecinan (2023 - 2024).

1) Una aproximación a la tradición legal (1657 - 1829)
Existe un documento público denominado desde 1878 “Testimonio de la Real Cédula o sea el
Título de los Terrenos que pertenecen a la Grita” (AHLG, Tomo VII, legajo único, 1657-1829)
y por otro nombre “Gran título de propiedad de todo el terreno que encierra la jurisdicción
de la ciudad de La Grita correspondiente al Ilustre Concejo Municipal y vecinos de esta
misma ciudad” (Tip. “El Trece”, 1933) Ese legajo de 260 folios contiene la Real Cédula del 1 de
noviembre de 1591 y demás documentos que constituyen los títulos de propiedad (tradición
legal) de los terrenos que compró el Cabildo de La Grita.
El 30 de enero de 1694, don Juan José Mora y don José Salvador Ramírez, Alcaldes Ordinarios
de La Grita y el Síndico Procurador General don Vicente Cárdenas, hicieron entrega ante don
Miguel Suárez Medrano, Teniente de Justicia Mayor y Administrador de la Real Hacienda de La
Grita y toda su jurisdicción de 560 pesos en plata, correspondientes a las tierras de esta
jurisdicción que en el 13 de mayo de 1657 compuso el Oidor don Diego de Baños y Sotomayor.
500 pesos eran el importe de las tierras.
29 pesos y 4 reales la media anata.
18 pesos y 8% de conducción a España y
30 pesos y 4 reales restantes a las costas enviadas a Maracaibo.

La concesión de la propiedad en los valles de Chama, Onia, Culigría y Guaroríes fue realizada mediante el
“encabezonamiento" una vez que la Corona transfirió la propiedad al Cabildo de La Grita, cancelados los 500 pesos
sobre una extensión de aproximadamente 20.000 km2. En tal virtud, el Cabildo de La Grita adjudicó las propiedades
sobre las cuales no existía otra merced dada por la Corona o en su defecto cedió o alquiló las tierras a fin de recaudar
impuestos para las rentas municipales.
Finalizada la guerra de independencia, en 1826 fue reconocida la propiedad privada del suelo y establecida como tal
en la Constitución de 1830 y la mayoría de las tierras de esos valles habían sido adquiridas durante la Colonia “…por
cuatro propietarios: Bonifacio Contreras, Juan Ginés de Molina, Clemente Molina y Felipe Márquez de Osorio,
por cuya razón sus herederos estaban en posesión y usufructo de esas extensas propiedades” que aún
permanecían sin dividir con serias disputas entre los copropietarios a partir de 1825. (Luis Ramírez Méndez, La tierra
prometida del Sur del lago de Maracaibo. Los valles Chama, Onia, Culigría y Guaroríes (siglos: XVI-XIX), p. 276)
En el caso de Don Bonifacio Contreras, quien el 14 de diciembre de 1758 compró a Doña María Josefa de Pinedo
(Monja profesa del Monasterio de Pamplona) los terrenos delimitados por “las quebradas del costado y los visos
de los cerros que miran al Mocoties…” (Ídem, p. 285) que colindaban con los “Huecos Vacíos” que servirán de
asiento al caserío de Mesa Bolívar a partir del 19 de septiembre de 1853.
Terrenos que en 1843, mediante Ordenanza del 28 de noviembre, la Diputación Provincial facultó a los concejos
municipales de los cantones de La Grita y de Bailadores para distribuir los “Huecos vacíos” que se hayan en los
caseríos que de ambos cantones se dirigen hacía el Lago de Maracaibo.

2) Nuevos caminos, nuevos caseríos y fundación de pueblos.
Concluida la guerra de independencia y posterior a 1830 se fueron estableciendo unidades de producción,
en especial del cultivo del café por su alta demanda y excelente cotización en los mercados. Razón por la
cual, a lo largo del camino hacia el Zulia se fueron estableciendo hombres emprendedores con sus
familias y también algunos aventureros, trayendo consigo el desarrollo de la agricultura y del comercio.
Las autoridades no desconocieron esta situación y establecieron diferentes políticas para tratar de
resolver el problema de la turbulencia de los ríos, obligaron a la construcción de puentes y a la apertura de
caminos.
Pero se presentó un obstáculo con la titularidad de las tierras, al momento de certificarlas para adjudicar
derechos y acciones a los herederos. Unido a la imprecisión en los linderos. Lo cual requería de un
deslinde exacto. El primer conflicto se presentó en 1826 y no fue sino hasta 1850 cuando se regularizó la
situación.
¿Qué ocurrió? Los 97 herederos de Don Bonifacio Contreras demandaron la delimitación y los jueces
ordenaron notificar a los propietarios colindantes (Juan de Dios Ruiz, dueño de la hacienda Estanques -
antes de Felipe Márquez de Osorio-, a los 19 herederos de Juan Ginés de Molina y los 6 de Clemente
Molina). También se hacen parte del juicio los procuradores de las municipalidades de Bailadores y Tovar
reclamando las tierras de los vecinos que habían realizado el “encabezonamiento” de 1657. Cuyas tierras
iban hasta “el ultimo vado del Mocoties” (Ídem, p. 281)

Los procuradores de Bailadores y Tovar invocaron la legitima propiedad sobre los terrenos no asignados, que en este
caso eran de propios por la compra hecha en 1657 y los denominaron “Huecos Vacíos” ubicados en los sitios del
“Cambur, Onia y Culigría” (Ídem, p. 282) que en su mayoría estaban invadidos y no producían rentas.
Una vez realizada la mesura y el deslinde los Concejos procedieron a legitimar a los ocupantes, excluyendo los
predios concedidos por el Concejo de Tovar a la vera del camino nacional al Zulia y en San Buenaventura como
veremos más adelante. Lo cual causo un gran impacto positivo en el desarrollo agrícola. Los que estaban ocupados
los asignaron cumplidos los requisitos y los despoblados los licitaron. Realmente fue una reforma agraria con
principios muy claros que dieron sus frutos.
Mediante decreto del 24 de julio de 1865, el Concejo de Tovar designó jueces arbitradores a Elías Burguera y Pedro
Nolasco Omaña para revisar informes, escuchar alegatos y adjudicar posesiones. Trabajo que duró hasta finales
1867. Los beneficios de las ventas o alquileres fueron destinados para culminar con la construcción del templo de
Nuestra Señora de Regla, patrona de Tovar y una vez culminada la obra para establecer un Hospital de Caridad, obra
que se consolidó el 19 de marzo de 1897 (Hoy Hospital San José de Tovar).
Según la sentencia del 4 de diciembre de 1867 de los jueces arbitradores, fueron medidas y entregadas propiedades
“a los 98 herederos de Bonifacio Contreras, los 10 sucesores de Juan Ginés de Molina y los 8 legatarios de
Juan Clemente Molina, para un total de 131 causahabientes. Asimismo, se midieron y entregaron los predios
correspondientes a los municipios Tovar, Falcón (Bailadores) y la parroquia Zea” (Ídem, p. 289)

3) De “La Atala o Tala” al “Cañadón o Alto de Bolívar”
Sobre las tierras asignadas en el sitio de San Buenaventura prevaleció la obligación de mantener transitable el
camino nacional de Tovar al Zulia, lo cual repercutió para que Tovar se convirtiera en enclave económico de la
segunda mitad del siglo XIX. La asignación de esas propiedades en principio de 1843 a 1850 las realizó el cabildo de
Bailadores y a partir del 19 de abril de 1850 el de Tovar.
De acuerdo a lo establecido en la Ordenanza del 28 de noviembre de 1843 por la Diputación Provincial al primero en
adjudicarse un predio de veinte cuadras en el sitio de La Tala fue a Cayetano Araque el 13 de septiembre de 1844,
según acta emitida por el Cabildo de Bailadores, “…en la que se expresa que Araque ya tenía más de 10 años de
ocupación y por lo tanto cumplía con el requisito establecido en el art. 2 de la ordenanza…” (Ídem, p. 423) De la
misma manera, en 1843 el Cabildo de Bailadores entregó una parcela en el sitio del Cañadón, también conocido
como “La Atala”(1) a Juan José Durán, quien en 1853 solicitó le fuera adjudicada la propiedad. Muerto Durán en 1856
su viuda Trinidad Angarita y sus hijos (Juan Carrero Durán) vendieron a Juan de Dios Ruiz “la llamada posesión del
Alto de Bolívar, nominada antiguamente la Atala” (Ídem, p. 426. Carta de venta. Tovar, 26 de noviembre de 1856) En el
inventario, avaluó y partición de bienes de Juan de Dios Ruiz del 1 de enero de 1862, quedó constancia expresa que:
“Las tierras de La Tala(2), comprendidas en el documento (…) registrado en Tovar el 13 de diciembre de 1836
[sic] situadas en el vecindario de San Buenaventura, en la hoya del río Mocotíes…” (Ibídem, pp. 426-427)
(1) La Atala o también conocida como Los amores de dos salvajes en el desierto, es una de las primeras novelas del escritor
francés Francois-Rene de Chateaubrian publicada el 2 de abril de 1801, con cinco ediciones en su primer año y causó un gran
impacto en el romanticismo temprano.
(2) La Tala o deforestación es cuando los seres humanos eliminan grandes áreas de tierras forestales para uso no forestal.

Otros de los beneficiarios con la asignación de terrazgos (parcela de tierras para sembrar) en el Alto de Bolívar
fueron José de la Luz Marquina, cuya propiedad sólo se conoce en 1874 (Ídem, p. 428), José de la O. Quintero por el
costado de debajo de Mesa Bolívar, Vicente Márquez, Dolores Carrero, Sebastián Mora cerca de La Cañabrava,
Domingo Hernández, Nepomuceno Guillén, Dionicio Miranda, Miguel Zerpa, Estanislao Chacón, José de Jesús
Márquez y Matías Márquez “La Atala”, entre otros.
Este poblamiento fue determinado por la reactivación del comercio, una vez concluida la guerra de independencia y la
llegada de comerciantes europeos que va a conllevar a una apertura de los mercados y al establecimiento de casas
comerciales en principio en Caracas (La Casa Boulton data de 1826), Maracaibo y en el Táchira, pero luego en mismo
Tovar con la casa Burguera en 1881. En ello jugaron un papel determinante las diputaciones provinciales siguiendo
las directrices del poder ejecutivo que impulsaban la construcción y refracción de vías de comunicación (como el
camino nacional de Tovar al Zulia) y la asignación de terrenos baldíos -en este caso de propios que ya hemos
señalado-, que permitieron migrar y establecer pobladores en busca de nuevos derroteros expandiendo los cultivos en
especial el del café.
La Atala o Tala constituyó un punto de descanso o ranchería para los arreos de mula que llevaban mercancías o las
traían desde el puerto del Zulia. Igualmente sucedió con Murmuquena (hoy Zea). En el caso de La Tala a partir de
1853 se llamó Mesa Bolívar, en 1866 se le asignaron los ejidos y en 1893 alcanzó la categoría de Parroquia.
El otorgamiento de propiedad de los terrenos de San Buenaventura y aledaños a la construcción del camino nacional
del Zulia motivo que otras personas se aposentaran en Los Algarrobos, Bolero y La Palmita surtió un efecto muy
positivo que estimuló el transito de recuas, surgieran haciendas como La Victoria y el establecimiento de nuevos
poblados. Como el intento del asentamiento de San Juan de Chama o de San Luis del Escalante como otra salida.

Una
mirada
al mapa de
Mesa Bolívar

4) 1853, año grande de Mesa Bolívar.
1853 (hace 170 años) fue decisivo para el poblamiento de Mesa Bolívar, cuando en cumplimiento de una resolución
del Concejo el 19 de setiembre partieron de la Villa de Tovar el síndico procurador Pedro Nolasco Omaña y el concejal
Pedro M. Mora en compañía de los prácticos: Ramón García y Luis Antonio Ramírez, con la finalidad de dar posesión
a los nuevos colonos de las tierras conocidas como El Cañadón y San Buenaventura, dejando constancia en acta
de lo ocurrido: “…pasando á la poseción fundada por el señor Juan José Duran que es la misma que principio
á descubrir el Señor Narzizo Montoya cuyo derecho le vendió este a Durán. Dicha poseción se encuentra en
las margenez del camino público, y no teniendo este citio un nombre conosido sino el de “Cañadon” estando
en el filo que mira para los altos de Estanques y Montañas de la tierra llana, de acuerdo con su amo le dimos
el nombre del “Alto Bolívar” con el que debe conoserse de hoy en adelante…” (Registro Subalterno del
Municipio Tovar. Expediente Nº 1071 sobre Posesiones de San Buenaventura. Folio 26 y su vto. 1853)
El nombre del “Alto Bolívar” hoy Mesa Bolívar surgió del acuerdo mutuo con sus primeros pobladores y como un
sentimiento patriótico ajustado a una formación geográfica, que respondía a una vieja y justa aspiración cuando el 31
de octubre de 1844, los dos jueces 1° y 2° de paz, el síndico y 72 vecinos de la parroquia Bailadores (hoy Tovar)
suscriben la solicitud de independizarse de la Villa y que los constituyan en el Cantón “Bolívar”(3) integrado por
Guaraque y la parroquia. Nombre que ahora encontraba resonancia.
(3) La cita ha sido tomada del expediente que reposa en el Archivo Histórico del Congreso de la Republica (AHCR). Cámara de
Representantes. Actos legislativos, Tomo 219.

El mismo 19 en el “Alto Bolívar” frente a la posesión de Juan José Durán asignaron otra que tiene Rafael
Molina Mora (f. 27) también de tres cuadras que linda con el camino público de por medio y por el lado de
abajo yendo para San Buenaventura y por arriba yendo para Zulia. Por el fondo con el monte hasta donde
llegue a la medida de las siete cuadras para un total de veintiuna. Igualmente, a Tomás Molina (f. 29) y a
Juan Bautista Molina (f. 32).
En la mañana del 20 continuaron su labor, asignando parcela a Sebastián Mora (f. 33) y el 21 de
septiembre de 1853 una vez concluidas las diligencias practicadas las devolvió al Concejo para su
aprobación haciendo la salvedad que dejaban dentro de los terrenos vacantes “cuatro cuadras en
cuadro”, al igual que la usanza española al momento de fundar un pueblo, las cuales estaban situadas en
la mesa del “Alto Bolívar”, con el sano propósito que los vecinos conviniesen en el futuro fundar una
Parroquia. Dice textualmente el acta levantada por la Comisión: “…conviene se deje vacante un terreno
constante de cuatro cuadras en cuadro en el Alto de Bolívar, por si conviene á los vecinos fundar
una Parroquia en los años venideros y las faldas que estan al fondo de las poseciones de los
señores Burguera para la comodidad de leñas y maderas, y que los caminos, tiroz, y uno de aguas,
estracción de tomas ó asequias se consideren no como una propiedad especial, sino general de
todos los colindandes (…) quedan los posecionados en el deber de mantener corriente el camino y
sus veredas y aseadas las aguas” (f. 35) Este hecho previsivo lo podemos considerar como el inicio del
poblamiento definitivo de Mesa Bolívar. Posiciones encontradas son muchas, valederas pocas.

5) 1893, creación la parroquia Mesa Bolívar.
Una apretada síntesis cronológica de 1853 a 1893, fueron 40 años en busca de consolidar un sueño.
El 21 de septiembre de 1853, cumplida la diligencia encomendada a los arbitradores devolvieron al Concejo las actas
para su aprobación haciendo la salvedad que dejaban: “…un terreno constante de cuatro cuadras en cuadro en el
Alto de Bolívar, por si conviene á los vecinos fundar una Parroquia en los años venideros”
El 5 de mayo de 1866, se determinó el área de la población y se asignaron los terrenos ejidos, tal como había sido
contemplado y previsto en 1853.
El 6 de marzo de 1869, a solicitud de don Elías Martínez dueño de los terrenos de El Cañadón, le fue asignada la
construcción del cementerio y una capilla a cambio del trabajo subsidiario del partido de San Buenaventura por el
término de cinco años.
El 18 de enero de 1874, el Concejo de Tovar acordó en sesión excitar a la Junta Parroquial de Mora para que:
“Limite, trase i reglamente el área del terreno... destinado para la fundación de una Parroquia..., perjudique
más tarde el orden regular de una población...” Lo que demuestra que tampoco lo de 1866 se había cumplido del
todo.
El 08 de enero de 1884, la Legislatura del Estado creó la Parroquia Estanques, anexándole la aldea La Tala, antiguo
nombre de Mesa Bolívar que pasó así a formar parte del Distrito Sucre.

El 22 de diciembre de 1887, con la promulgación de la Ley de División Territorial del Estado de Los Andes, que en su
artículo 5º numeral 3º elimina Parroquia Estanques por infuncional, quedando los caseríos que la integraban
nuevamente adscritos a su lugar de origen.
El 23 de diciembre de 1890, la Legistatura del Estado decide: “...Que pase este expediente al Concejo Municipal
del Distrito Tovar para que sirva informar si la Aldea Mesa Bolívar... está en las condiciones de elevarse a la
categoría de Parroquia Civil, expresando las razones entre se funde su informe”
El 5 de enero de 1891, La Legislatura aun sin recibir la respuesta correspondiente decreta la erección en parroquia de
la aldea “Mesa Bolívar” del Distrito Tovar.
El 4 de noviembre de 1893, Legislatura con la aprobación de la Ley de División Territorial de 1893, contempla en su
artículo 4º a Mesa Bolívar como Parroquia del Municipio Tovar. Esta Ley fue remitida al ejecutivo el 11 y entraría en
vigencia el 24 de noviembre, con ella comenzaba a funcionar la nueva Parroquia con la designación de sus primeras
autoridades y la participación a inicios de diciembre en los comicios electorales de 1893.
A inicios de la década de los 90 Mesa Bolívar adquirió un considerable desarrollo que lo hacen acreedor a su
autonomía: poseía una escuela a cargo de Don Gregorio Márquez, el censo de 1890 arrojó un total de 1.380
habitantes y 210 casas y el templo se encontraba en construcción, allí celebraría el 2 de febrero de 1892 el Pbro.
Rafael Zerpa, la primera misa en honor a la virgen de Candelaria.
Veamos esta cronología en la siguiente secuencia documental comprobatoria

1869, cementerio y capilla 1884, creación
Parroquia Estanques
1887, eliminación
Parroquia Estanques
1890, solicitud informe
Concejo de Tovar

1891 ene. 5, original Ley
parroquia Mesa Bolívar
1891 ene. 5, transcripción
Ley parroquia Mesa Bolívar
1893 nov. 4, transcripción
Ley de división territorial
1893 nov. 4, original
Ley de división territorial

1893 nov. 27, Jefe Civil pide
dotar libros a la Parroquia
1893 nov. 27, nombramiento
primeras autoridades
1894 jul. 3, renuncia 1er.
vocal por terremoto

1928, copia del original
de J.F. Franco Quijano
publicado Guía de Tovar
1927 jun. 21, demarcación del área
de la población y de las calles
c.1928, interesantes
datos inconclusos

Periódicos y revista que dan cuenta de la historia de Mesa Bolívar
y de la preocupación de algunos de sus hijos por esclarecerla

A modo de reflexión: una carta del 16 de marzo de 1991, que aún espera respuesta.
Un centenario errado por capricho y una rectificación histórica sin concretarse.

6) Propuestas para los tres aniversarios que se avecinan (2023 – 2024)
1) Designar una Comisión que estudie cada una de las fechas a celebrar y proponga al Concejo de Antonio Pinto
Salinas las rectificaciones históricas que sean pertinentes.
2) Publicar en digital un libro que contenga los documentos esenciales para la Historia de Mesa Bolívar,
acompañados de un estudio introductorio.
3) Solicitar a las instancias educativas correspondientes que dichas celebraciones sean incorporadas en el
cronograma del nuevo año escolar.
4) Realizar un ciclo de conversatorios mensuales sobre la historia, tradiciones, personajes, economía y acontecer
mesabolivarense.
5) Rescatar los documentos que dan fe de la existencia de Mesa Bolívar para preservar y promocionar nuevas
interpretaciones de su Historia, creando El Centro de Documentación de los Saberes de Mesa Bolívar. En
otras palabras. ¡Salvar la Memoria Colectiva del municipio Antonio Pinto Salinas y por ende de Mesa Bolívar, no
queda de otra! Como una manera de reafirmar la identidad local.
Estamos conscientes que sin archivos no hay Historia documentada, veraz y objetiva, pero “los archivos como la
tierra sin cultivar, sólo tienen utilidad real cuando se les trabaja, cuando se les incorpora el valor agregado del
esfuerzo sabio y tenaz del especialista y del historiador” (Ramón González Escorihuela, abril del 2001)
“…para que funcione el país y el gobierno se hace necesario organizar los antiguos papeles… sin archivos no
hay buen gobierno, no hay orden, no habrá historia: nada grande, nada sólido, todo llevará el sello de la
ligereza y el carácter de la provisionalidad” (Diego Bautista Urbaneja)

Concluyo resaltando la importancia de Mesa Bolívar que nos debe
comprometer con su futuro: "algunos pueblos y casas mueren
o desaparecen..." Nada perdura, todo tiene su principio y su fin.
Por favor, en honor a todos quienes en el pasado se esforzaron por
engrandecer a Mesa Bolívar… no dejen que el pueblo, sus casas y la
memoria colectiva desaparezca, engrandézcala, conviértanla en un
Patrimonio espiritual tangible y a la vista de todos.
Y algo más que fundamental cuiden el medio ambiente, ustedes viven en
un paraíso cerca del cielo, pero que también se les puede convertir en un
infierno por la deforestación y la tala indiscriminada, Mesa Bolívar esta
llamada a ser un Municipio reservorio agro - ecológico, un Municipio azul.

Una
fotografía
final de
Mesa Bolívar
c. 1930

Gracias por su tiempo y atención, espero haber cumplido
con las expectativas.
Preguntas y respuestas
Tienen la palabra… no todos a la vez

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