El documento habla sobre la importancia de conocer y aplicar la Palabra de Dios en la vida diaria. Explica que aunque es importante memorizar las Escrituras, esto no es suficiente para evitar el pecado si no se pone en práctica lo que dice la Biblia. Al interiorizar la Palabra de Dios, esta nos guía espiritualmente y nos protege de tentaciones.
1. Concurso de Ortografía Lectura: Salmo 119:9-16 "En mi corazón he guardado Tus dichos." — Salmo 119:11
2. Mi esposa y yo nos quedamos hasta tarde para ver un programa en la televisión que nos pareció emocionante: El Concurso Nacional de Ortografía de Scripps. Era fascinante observar a niños entre sexto y octavo grado deletrear correctamente algunas de las palabras más difíciles imaginables. La expectativa aumentó a medida que uno tras otro, los participantes quedaban descalificados. Finalmente, sólo quedó Katharine Close, de 13 años. Sólo una palabra se interponía entre ella y el campeonato mundial. Con muy poca vacilación, Katharine deletreó correctamente la palabra ushuaiense. Obviamente, ¡la niña sabe deletrear! Pero es posible saber deletrear una palabra y no comprender su significado. Como creyentes en Jesucristo, es vital que conozcamos la Palabra de Dios, la Biblia. Nuestra meta no es acumular conocimiento sino interiorizar Su Palabra para que podamos estar equipados en nuestro caminar de fe. Cuando conocemos la Palabra de Dios, ésta impide que resbalemos en nuestro caminar espiritual (Salmo 37:31). Satisface la sed de nuestras almas (Jeremías 15:16). Y es un arma clave para enfrentar las tentaciones y las pruebas (Mateo 4:1-11; Efesios 6:10-18). Hagamos del conocimiento de la Palabra nuestra meta. Luego, cuando enfrentemos los desafíos de nuestra vida, podremos estar listos para cualquier situación (2 Timoteo 3:16-17).
4. Lectura Bíblica: Salmo 119 Excelencias de la ley de Dios 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 119.11 Guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones es una fuerza de disuasión contra el pecado. Esto únicamente nos debe inspirar a querer memorizar las Escrituras. Pero la memorización por sí sola no nos impedirá pecar, debemos también poner en práctica la Palabra de Dios en nuestras vidas, haciendo de ella una guía vital para todo lo que hagamos.