1. ¿Qué Fue Lo Que Dijo? Lectura: Salmo 19:7-14. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque Tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. — Jeremías 15:16
2. Nuestro hijo Esteban se pasó la mayor parte de sus años de adolescencia conectado a un teléfono celular, así que nos conmocionó un poco cuando pasaron largos periodos de tiempo en los que no podíamos hablar con él, después que él se alistó en la Marina. Soportamos largos periodos de tiempo sin comunicación alguna, primero en el campamento de entrenamiento para reclutas, y luego durante su entrenamiento como enfermero del hospital. Así que era una alegría siempre que finalmente lográbamos saber de él. Después de que alguno de nosotros recibía la llamada de Esteban, lo primero que el otro preguntaba siempre era: "¿Qué dijo?" Esperábamos cada palabra para saber cómo le estaba yendo, lo que pensaba y lo que la Marina estaba planeando para él. Es natural responder así a las palabras de aquellos que son importantes para nosotros. Esperamos ansiosamente saber de ellos. ¿Somos así con la Palabra de Dios? ¿Estamos ansiosos por comunicarnos con Él -estudiar cuidadosamente Su Libro para preguntar, "¿Qué dijo?" A diferencia de las poco frecuentes llamadas de un hijo en las fuerzas armadas, las palabras de aliento y guía de Dios siempre están a nuestra disposición. Sólo tenemos que escuchar. El profeta Jeremías oró: "Fueron halladas Tus palabras, y yo las comí; y Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón" (Jeremías 15:16). ¿Tienes ese mismo anhelo por escuchar a Dios cuando te habla a través de Su Palabra?.
3. No podemos conocer el corazón de Dios a menos que tengamos un corazón para Dios.
4. Lectura Bíblica: Salmo 19:7 al 14 7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. 11 Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. 12 ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. 13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. 14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 15.14 El alimento de nuestras mentes es tan importante como el de nuestros cuerpos. La clase de libros que leemos, la gente con la que hablamos, la música que escuchamos y las películas que vemos forman parte de nuestra dieta mental. Use discernimiento porque lo que alimente su mente influirá en su total salud y bienestar. Por lo tanto, un fuerte deseo para descubrir la verdad es muestra de sabiduría. 15.15 Las actitudes dan color a toda la personalidad. No siempre podemos decidir lo que nos va a suceder, pero podemos decidir qué actitud tomar ante cada situación. El secreto para un corazón contento es llenar nuestras mentes con pensamientos verdaderos, puros y amorosos. Pensamientos que abarcan las cosas buenas de la vida ( Filipenses 4.8 ). Este fue el secreto de Pablo cuando lo encarcelaron y puede ser el nuestro cuando nos enfrentemos a las luchas de la vida diaria. Analice sus actitudes y luego examine lo que permite que entre en su mente y en lo que decide ocuparse. Quizás necesite hacer algunos cambios. 15.17–19 La «vereda de los rectos» no siempre parece fácil ( 15.19 ), pero analice las alternativas: odio ( 15.17 ), contienda ( 15.18 ) y pereza ( 15.19 ) causan problemas que los hombres buenos no tienen que enfrentar. En comparación, su vida es un camino suave, nivelado, porque está construido sobre una base sólida de amor por Dios.