1. Paradigma Guardiola
Decálogo de errores habituales
(Post en noviembre de 2011).
El siguiente es un texto que expone once errores
habituales en los conjuntos que pretenden
interpretar el modelo de juego enmarcado en este
medio.
1) El sistema requiere que ningún jugador se crea
más importante que el equipo y siempre se debe
priorizar el juego colectivo. Las decisiones de
todos los jugadores deben estar supeditadas a un
objetivo común. Los movimientos de unos deben
beneficiar a los otros.
2) Por más que tu rival se cierre, siempre se debe
intentar seguir jugando con dos líneas: medios y
delanteros. Entre unos y otros debe haber entre 10
y 15 metros de distancia y no todos en una única
misma línea. Se trata de la desesperación por estar
en el área: si hay mucha gente por delante de la
línea de la pelota, no hay construcción.
3) Terminar rápido las jugadas. Es la
desesperación por culminar cuanto antes las
jugadas: habrá menos control en el juego, un
equipo estirado, las líneas separadas y posiciones
impertinentes.
4) Escaso ritmo de balón. El objetivo es crear los
espacios para quebrar defensas y no hacer un
rondo sin sentido. Cada pase, cada movimiento,
debe tener un sentido. Si finalizas la jugada,
aunque no sea en gol, no hay posibilidad de
sorpresa del rival a la contra. Si finalizas la
jugada les obligas o a sacar de portería o de banda
y tú te reorganizas sin más. Si una vez y otra
buscas el rondo por el rondo, más tarde o más
temprano uno cometerá un fallo. Y si este es en
zona de peligro, todos a correr y con desventaja.
Los pases de riesgo siempre se deben realizar
arriba, cerca de la portería contraria y nunca de la
propia.
5) Toques y pases. El sistema requiere toques para
2. mantener la posesión, pero, indudablemente, si no
es acompañado por pases no hay rupturas. Los
pases deben superar líneas rivales.
6) Atasco central. Es la falta de amplitud,
estrechar el campo, abusar en exceso de querer
entrar por el centro, haciendo todavía más
pequeño y superpoblado el campo.
7) Equipos desordenados. Siempre se debe
procurar contener un orden a través de la tenencia
de la pelota. Alguna vez Pep dijo «sin tanto
trabajo táctico». La pelota nos ordena.
8) Posesión para someter, no para ser sometido.
La posesión de balón es un fenómeno construido,
porque es una posesión que pretende
desestabilizar al contrario, eliminar rivales,
condicionar su balance defensivo obligándolo a
jugar a merced de ello, y no como el rival desea.
9) Trabajar recuperación tras pérdida. El equipo,
cuando pierde el balón, debe encontrarse junto
para que pueda presionar tras perderlo y sea muy
difícil hacerle una contra. En definitiva, el ataque
condiciona nuestra forma de defender y, por causa
y consecuencia, condiciona el juego del contrario.
10) Defender muy atrás. Se trata de un error
frecuente de muchos equipos que quieren jugar en
este estilo: tiene más riesgo esperar atrás,
retroceder cerca de tu meta, que defender en líneas
avanzadas.
11) Tirar balones largos como inicio del juego. Es
fundamental que las superioridades se vayan
construyendo desde atrás, de la primera línea; por
eso, es un principio fundamental de su idea de
juego: que el balón salga limpio desde los
defensas.