El patrón de diseño MVVM (Model – View – ViewModel) separa los datos de la aplicación, la interfaz de usuario y agrega un ViewModel que actúa como intermediario. Esto permite desacoplar la lógica de negocio de la interfaz de usuario. MVVM facilita el desarrollo de aplicaciones, especialmente aquellas que se vuelven difíciles de controlar, logrando la reutilización de código.