El documento habla sobre el acoso cibernético y casos de suicidio relacionados. Específicamente menciona que más del 40% de adolescentes estadounidenses han sufrido acoso cibernético, y que solo una pequeña fracción de casos son reportados a la policía. También describe el caso de una adolescente canadiense que se suicidó después de haber sido víctima de acoso cibernético por más de un año a raíz de un supuesto caso de violación.