1. PENSAMIENTO CONTABLE EN COLOMBIA
Siempre que se busque dar respuesta a algo es importante saber cuál es el origen de la pregunta; por
ello se define que es pensamiento:
“El pensamiento es la actividad y creación de la mente; dícese de todo aquello que es traído a existencia mediante
la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos
que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la
imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos,
racionales, creativos, artísticos, etc. Para muchos tratadistas el pensamiento estratégico de una institución es la
coordinación de mentes creativas dentro de una perspectiva común que les permite avanzar hacia el futuro de una
manera satisfactoria para todo contexto.
De otro lado podemos decir que el pensamiento estratégico conlleva a prepararse y estar en condiciones de recibir
muchos desafíos futuros, tanto los previsibles como imprevisibles en materia de oportunidades perfectamente
articuladas.
Un adecuado pensamiento estratégico debe partir siempre de la misión de la entidad la que a su vez se proyecta a
una visión de futuro incorporando valores, basados en las variables de la realidad, en la mística y en la cultura
organizacional la que debe materializarse tácticamente, mediante la información y los conocimientos, articulando
opciones. (http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento_%28mente%29)”
Así las cosas, considero que Colombia ha trasladado las teorías de muchos países del mundo, y por ello
generar un criterio sobre el pensamiento contable es bastante irrisorio, pues un pensamiento es una
actividad de creación y acá poco de eso, más bien se siguen lineamientos sobre desarrollos en principal
de EEUU y Europa, prueba de ello el liderazgo que tienen las empresas de consultoría en Colombia por
la llegada de empresas de los países descritos.
Ahora bien el enfoque legalista, económico y formalizado, es llevado a unos extremos más de la cultura
del orden en el gasto y de que las Cámaras de Comercio, simplemente se conviertan en centros
orientadores y de garantía de un formalismo, mas no de un respaldo real a las empresas privadas, sin
contar con que la DIAN sanciona por no pagar pero cuando premia por ser cumplido???, condonan
intereses pero cuando absuelven deudas o califican por tener excelente comportamiento ante las
centrales de riesgo…, estas son las condiciones que realmente no son equivalentes en nuestra
economía.
De igual forma considero que los pensamientos contables, deben tener unos nuevos lineamientos de
vanguardia donde los actuales líderes logren generar al contribuyente y empresario muchos más
beneficios de los existentes, alternativas de mejoramiento para que la información cumpla su objetivo q es
el divulgación y primordialidad, así como el de confiabilidad, hecho que hoy en día es difícil de lograr por
las condiciones empresariales y fiscales del país.
Debemos diversificar desde nuestra profesión los objetivos de la contabilidad, así como los lineamientos
de los profesionales y técnicos de ciencias contables y administrativas.
CAMILO ARRIETA V.