El documento describe el día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles reunidos en comunidad. Les aparecieron lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno y comenzaron a hablar en diferentes idiomas. Los judíos de otras naciones oyeron a los apóstoles proclamar las maravillas de Dios en sus propias lenguas. El Espíritu Santo produce frutos como paz, amor y alegría y ayuda a superar las diferencias entre las personas.