La rana Renata tenía un restaurante muy conocido. Un día, un gran sapo llamado Sopón no le gustó la comida y pidió una hamburguesa de moscardón que no estaba en el menú. La rana le dio un sartenazo a Sopón y tuvo que cocinar la hamburguesa de moscardón para disculparse. Sopón perdonó a la rana y aprendieron que la violencia no resuelve los problemas y que todos podemos cometer errores.