El uso de juegos pirotécnicos puede causar quemaduras, lesiones y trauma acústico, especialmente en niños. Los fuegos artificiales contienen sustancias contaminantes como perclorato de sodio y metales pesados que liberan monóxido de carbono y partículas durante la detonación. En la Ciudad de México, los accidentes por quemaduras aumentan un 30% durante las fiestas decembrinas, pudiendo causar daños desde quemaduras leves hasta amputaciones.