Atención, las protestas sociales parecen haberse trasladado al espacio, para desde allí tirarnos con cascotes de todos los tamaños. Afortunadamente y hasta ahora se ha tenido mala puntería, pero no podemos confiarnos por siempre en nuestra buena suerte. Urgentemente necesitamos una policía espacial que nos proteja de esta nueva fuente de inseguridad ciudadana. La situación es potencialmente grave, pues pareciera como que un diabólico Dios extraterrestre, nos tuviera en la mira y afinara puntería